Los dominicanos tenemos una deuda de gratitud con los grupos ecológicos que nos han despertado la conciencia para aprender a convivir de manera armoniosa con la naturaleza.
Su preocupación y defensa del medioambiente está dando sus frutos. La tarea no ha sido fácil, porque muchas veces han tenido que enfrentar a quienes desde el Estado deberían ser los primeros en defender nuestros bosques, pasando de la palabra a los hechos.
Nos alegra ver la cantidad de personas de buena voluntad que aquí y en otras latitudes han encarnado la preocupación del Papa Francisco en su defensa del Medio Ambiente. Cómo no hacer nuestro este pensamiento del Sucesor de Pedro cuando nos expresa que: Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho.
Al celebrar el pasado 5 de junio el Día Mundial del Medio Ambiente aprovechamos la fecha para asumir el compromiso de unirnos a todos los que asuman el reto de seguir trabajando en bien de nuestra casa común, haciéndola más hermosa y habitable. Es una decisión de vida.