Una obra de amor
El Evangelio nos habla de las viudas y nos llama a no abandonarlas, a estar pendientes de sus necesidades, y el señor Pompilio Ulloa comprendió y aceptó la intuición del Señor. En el 2001 hizo realidad su anhelo de crear esta Asociación. En la parroquia Santa Ana, de Nibaje, Santiago fue el espacio escogido para que acogiera esta idea.Una muestra es el gran encuentro celebrado el pasado 31 de mayo a donde asistieron 150 viudas. . . Se inició con la celebración eucarística presidida por Nicolas Pena, Obispo Emérito de la Altagracia, y un gran ferviente de la Asociación. Le acompañaron Mons. Pedro Henríquez, y el Padre Eusebio Cabrera, párroco de la comunidad.
Terminada la misa se continuó con un programa lleno de dinámicas grupales, coordinadas por la comunicadora Katherine Núñez. Hubo bailes, canciones, rifas y la participación artística compartió canciones dedicadas a la Virgen María, al concluir el mes de las flores a la Virgen.
Fue un día de júbilo y lleno de esperanza. Nuestras viudas disfrutaron, y sus rostros se notaba la satisfacción de saber que no están solas, y que en la ausencia de sus compañeros de vida, han encontrado el amor fraterno y solidario de una institución que le acompaña en sus penas y alegría. También que está presente frente a la necesidades materiales por la que muchas están pasando al ver partir a sus esposos hacia la vida eterna.
Nuestro reconocimiento al señor Pompilio Ulloa y su familia por esta obra de amor tan necesaria en nuestras comunidades.