Por: Isabel Valerio Lora, MSc.     

Email:isabelvlora@gmail.com

″No hay jóvenes  malos sino, jóvenes mal orientados‟. San Juan Bosco.

Cada vez existe un mayor interés por estudiar los microbios presentes en el cuerpo humano, por lo cual se desarrolló el Proyecto del Microbioma Humano, con el objetivo de construir un catálogo o mapa genético de los microorganismos que habitan el cuerpo humano. (Proctor, 2012)

El microbioma humano se refiere a la población total de microorganismos con sus genes y metabolitos que colonizan el cuerpo humano, incluyendo el tracto gastrointestinal, el genitourinario, la cavidad oral, la nasofaringe, el tracto respiratorio y la piel.( J.F. Petrosino, S. Highlander, R.A. Luna, et al.,2008).

El microbioma intestinal es clave para la salud intestinal, la salud  inmunitaria   y el metabolismo y también puede influir en el eje intestino-cerebro. (Osadchiy, Martin, Mayer ,2019).

Las alteraciones en el microbioma intestinal, microorganismos que viven en el sistema digestivo humano y afectan la salud, se vinculan con la práctica habitual de atracones de bebida alcohólica en jóvenes, según un estudio llevado a cabo por investigadores del APC Microbiome Ireland (Irlanda) y  publicado en la revista ‘The Lancet eBioMedicine’.

El consumo excesivo de alcohol  durante la adolescencia, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar alcoholismo y de experimentar alteraciones cognitivas que pueden persistir en la edad adulta.

Investigaciones sobre el tema, asocian el consumo excesivo de alcohol con distintas alteraciones del microbioma y dificultades de reconocimiento emocional, el procesamiento emocional y la impulsividad. Adicionalmente, los investigadores  han encontrado un fuerte vínculo con los antojos y las alteraciones en la composición del microbioma, así como el potencial neuroactivo a lo largo del tiempo.

Al centrarse en adultos jóvenes, en un momento crucial del desarrollo inmunológico del cerebro y del intestino,  se identificaron alteraciones en el microbioma intestinal relacionadas con el consumo excesivo de alcohol. La composición del microbioma mostró asociaciones con la cognición social y la impulsividad, lo que respalda la creciente evidencia de que el microbioma intestinal desempeña un papel clave en el cerebro y el comportamiento. Existen diferencias en el microbioma intestinal en personas que sufren una patología relacionada con el alcoholismo. (Ríos,  De Jesús,  Vega,  Cruz,  Poblete y Robles, 2014).