Evangelización, tradiciones y reconocimientos

Homenaje póstumo a Henry Ely

Nuestras Fiestas Patronales, fieles a la tradición, marcan el camino de una historia de fe, simbología, liturgias compartidas y reconocimientos a personas y valores de nuestra ciudad Corazón.

Con entusiasmo y desafío misionero, el comité de las fiestas pa­tronales que dignamen­te preside Mons. Tomás Morel, Obispo Auxiliar,  elabora un programa revestido de responsabilidad cristiana, para enaltecer la figura de Santiago el Mayor, discípulo de Jesús.

Santiago Apóstol, patrono de nuestra ciudad. De este primer Santiago de América, espejo de una historia cargada de hidalguía y civismo que enaltece la nación dominicana.

Arropada la patria con eventos matizados de reflexión e historia sagrada, quiero dedicar este artículo, como ho­menaje póstumo al tenor Henry Ely, quien fuera alumno distinguido del Liceo Ulises Francisco Espaillat, de­jando huellas y vivencias que no se han eva­porado con el tiempo y que nunca se olvidarán.

Henry, fuiste el niño mimado de la canción juvenil. Con tu talento artístico llenaste de emociones los actos que se organizaban en el Liceo Secundario Ulises Francisco Espaillat. La canción “Mantelito Blanco” arrancaba sonrisas y aplausos de tus maestras, que con de­leite espiritual gozaban de tu genio y creatividad.

El adolescente creció y su carisma lo llevó a los más altos escenarios como símbolo ar­tístico de nuestro querido Santiago y a situarlo como una de las voces líricas más exquisitas de nuestro país.

El tenor Henry Ely, en el acto de homenaje a la Mujer Ateneísta, re­cordando a la profesora Yuly Estrella Sadhalá.

La sabiduría divina traza sus caminos. Cuando Dios ilumina una acción educativa, misionera o literaria, omitirla es un error, la humildad se desfigura y la libertad se diluye. Todo conocimiento vie­ne de su gratuidad. Así que me permito relatar una experiencia de gran valor existencial.

Con anhelos se ha buscado la identidad cultural de nuestra Ciudad Corazón. Para mí, siempre fue un sueño recopilar canciones, pregones y poesías de nuestra hidalga ciudad. El valioso CD se estrenó en el Ateneo Aman­tes de la Luz, durante las fiestas patronales del año 2015. Ahí está gra­bado “Los Pregones de Santiago”, declamado por la inolvidable Amparín Jiménez, y mi em­blemático poema “Homenaje a Santiago”, y por supuesto, la voz de Henry Ely, que con amorosa distinción me había llamado para decirme que había grabado la canción “Santiago es la Paz”, de la autoría del profesor Julio César Curiel y que tenía mi anuencia y autoridad para darlo a conocer por primera vez.

Confieso que para mí ha sido un tesoro difundir esa primicia. Así pues, en la última Ter­tulia del Balcón que se hizo presencial, celebrada el 23 de julio del año 2019, la temática principal fue un homenaje a Henry Ely y todos de pies aplaudimos la bella canción.

La tertulia no tuvo desperdicio. Mi bella amiga Ivelise Pérez re­galó sus talentos y dones artísticos. A la histórica tertulia asistieron, Monseñor Ramón de la Rosa, Monseñor Tomás Morel, Padre Rainer Vásquez y representan­tes de centros educativos y culturales.

La tertulia fue es­plendida. La noche se embriagó de alegría y sonrisas y las estrellas brillaron con luces de nuevas esperanzas.

La turbulencia, con sus nubes de fuego que trajo la Covid-19 se llevó a Henry. Falleció el domingo 28 de fe­brero a los 82 años de edad. Su espíritu sacu­dió el polvo de la tierra para seguir cantando melodías en la otra frontera.

La canción “Santiago es la Paz”, siempre será un sueño para los santiagueros, y tu lírica voz un mensaje de amor que llevaremos en el corazón. Gracias Henry Ely, por tu presencia en distintos eventos de mi quehacer educativo.

Que Santiago Apóstol siga siendo tu intercesor en la estancia de los bienaventurados.

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