Fragmento de la homilía de Mons. Jesús Castro
Hoy tenemos el reto de ser un pueblo mucho más fervoroso y devoto, que se exprese a través del compromiso con la evangelización, con dar lugares de mayor preponderancia a las nuevas generaciones, donde los niños, adolescentes y jóvenes profundicen en su amistad y cercanía con la verdad del Evangelio.
Evangelización
En este jubileo de la esperanza saldremos por las calles, por las plazas y calles a compartir los motivos de nuestra alegría y nuestra esperanza. A decirle a los dominicanos que no tenemos miedo de los migrantes ni de quienes nos visitan, que somos un pueblo hospitalario, noble y familiar donde sabemos compartir con todos, y que no hay sitio para la discriminación, sino para la integración y la sana convivencia.
Mujer
Vamos a compartir nuestra visión y nuestro orgullo pastoral dominicano, que son todas las mujeres de nuestra Iglesia, esas otras “Marías” que dicen una y otra vez que sí a la invitación de Dios. Ellas son nuestras evangelizadoras, catequistas, animadoras comunidades, coordinadoras de labores pastorales, ministras y religiosas, verdaderas madres en la fe. Las mujeres son el alma de nuestra Iglesia Dominicana y queremos que lo sean de nuestra sociedad.
La misión de la paciencia y la cercanía
El Papa Francisco insiste en que promovamos una cultura del cuidado y del encuentro, y en este jubileo pide hacer hincapié sobre la virtud de la paciencia. Sería incluso una campaña y ejercicio de salud mental, frente al frenesí de tantas preocupaciones de la vida presente conviene poner atención a quienes la vida va golpeando y poniendo al borde del camino, especialmente quienes sufren en su espíritu tantas heridas y traumas emocionales. Nuestra cercanía ha de animar a muchos a la esperanza.