Los sistemas totalitarios crearon y crean un infierno para las personas. Cazar personas como una manada de animales salvajes dejó de sorprender a nadie. Además, hasta el día de hoy, poco se hace para detenerlo, aunque desafía el sentido común. Afortunadamente, todavía hay quienes se oponen a esta locura colectiva. Lo que está sucediendo hoy en Ucrania, confirma esta tesis.

Sin embargo, todavía es sólo un tenue cuadro del drama que tuvo lugar entre las Tropas Angelicales, cuando Lucifer se rebeló, queriendo ser como Dios. Algunos teólogos sostienen que Dios puso a todos los ángeles a prueba espiritual. Debían rendir homenaje al Hijo de Dios, representado en la futura naturaleza humana. Esta orden era para ellos una orden humillante. Pero Lucifer estaba equivocado. La humanidad de Cristo era inferior a la naturaleza de los ángeles, estaba unida a la persona divina del Hijo de Dios y, era digna de gran honor. Muchos ángeles obedecieron, pero Lucifer no. Derrotado por san Miguel Arcángel, Dios demostró que nadie en su orgullo puede ponerse en condición de igualdad con el Altísimo.

El beato p. Bronislao Markiewicz, al referirse a la lucha victoriosa de san Miguel Arcángel (Ap 12, 7-9) señaló, que Lucifer no sólo engaña a toda la tierra habitada (Ap 12, 9), sino que lo hace con particular odio y ferocidad, atacando a la Iglesia. El Santo Doctor de Hipona muestra por qué es así, está en la naturaleza de la Santa Iglesia, es Novia de Cristo. Así, la soberbia es el pecado contra la humildad. Pero, la humildad, como dice san Benedicto, nos pone en verdad ante Dios y ante nosotros mismos. Jesucristo fue humilde (cf. Mt 11, 29), sus seguidores, los santos y ángeles, son humildes. Como los ángeles en el pasado, hoy Dios pone a prueba a todo ser humano durante su vida terrena. Siempre se trata de una cosa, que permanezcamos fieles a Dios y que obedezcamos sus santos mandamientos con humildad de corazón. San Miguel Arcángel, apóyanos en esta lucha. Amén.