Por Eliannis Fernández Aguilar. 

A los pies de la Virgen, traigo mis penas, mis plegarias, mis sueños, mi vida entera. ¡Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para ser dignos de las promesas del Señor!

Con respeto y amor, el pueblo de Guisa, en Granma, Cuba, celebró la novena a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona y Reina de todos los cubanos, del 31 de agosto al 8 de septiembre, día de su Natividad. 

Esta comunidad de la Diócesis Bayamo – Manzanillo, se hizo sentir en su pueblo, mostrándose alegre por la festividad a nuestra Madre.

Cada día de la novena se hizo referencia a una virtud de María: servicio, fe, justicia, oración, fidelidad, obediencia y humildad. Todos los feligreses aportaron su granito de arena para que fuera una celebración por todo lo alto, como Dios y la Virgen merecen. Nos acompañaron artistas  que nos deleitaron con cantos tradicionales y poesías. 

Nuestro sacerdote Juan Morillo Tejada,  estuvo con nosotros en cada rosario, celebraba la santa misa y disfrutaba del espectáculo.

Y qué decir del día de la Natividad de nuestra Virgencita, salimos por las calles a llevar a nuestra Madre a quienes no pudieron visitarla: enfermos, niños, necesitados, todas las personas fueron bendecidas con su presencia. Salían a nuestro encuentro llenos de  júbilo y veneraban a la Madre de todos los cubanos, y a sus pies: sus necesidades, preocupaciones, súplicas y agradecían su presencia en los momentos difíciles que atravesamos a diario.

Estos días hicieron que cada uno de nosotros sacara su talento a relucir, para agradar al Señor y darle alegría al pueblo.

Todos cantábamos con armonía, esperanza y devoción: Ven con nosotros a caminar, Santa María ven.

De cada experiencia, tenemos una enseñanza, y en esta ocasión aprendimos que a pesar de nuestras faltas,  nuestros dolores, nuestra Madre siempre nos acompaña, al igual que lo estuvo con su hijo Jesucristo, desde su concepción hasta la cruz.

Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, Madre mía del cielo. Mi plegaria es canción.  Yo te quiero ofrecer lo más bello, lo mejor que hay en mi corazón.