Pasa en una que otra escuela …
y pregunto preocupado:
¿qué virus se ha desatado,
además de la viruela,
y produjo esta secuela
de ver unos estudiantes
en acciones inquietantes
que, sin pudor, con descaro
y sin un chin de reparo
se muestran hoy desafiantes?
De manera indecorosa
los hemos visto bailar
sin dudar o vacilar
una música afrentosa,
y también muy dolorosa
las peleas y agresiones
con procaces expresiones
de subida virulencia
y nos deja esta violencia
lamentables impresiones.
Se suceden episodios
de diferentes matices
que evidencian cicatrices,
resentimientos y odios,
mas, no es justo que esos podios
que son templos de enseñanza,
de futuro, de esperanza
y de valores humanos
se nos vayan de las manos
como lugar de acechanza.
¿Qué hacen los profesores
(más la propia autoridad)
contra la barbaridad
y que no pase a mayores?
Es cierto que son menores
y hay que actuar prudentemente;
eso sí, ¡de forma urgente!
aplicando correctivos
para que en centros lectivos
No reine el caos insolente.-