Las relaciones entre trabajo y capital

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277 La doctrina social ha abordado las relaciones entre trabajo y capital destacando la prioridad del primero sobre el segundo, así como su complementariedad.

El trabajo tiene una prioridad intrínseca con respecto al capital: «Este principio se re­fiere directamente al proceso mismo de producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa eficiente primaria, mientras el “capital”, siendo el conjunto de los medios de producción, es sólo un instrumento o la causa instrumental. Este principio es una verdad eviden­te, que se deduce de toda la ex­periencia histórica del hombre».593 Y «pertenece al patrimonio estable de la doctrina de la Iglesia ».594

Entre trabajo y capital debe existir complementariedad. La misma lógica intrínseca al proceso productivo demuestra la necesidad de su recíproca compenetración y la urgencia de dar vida a sistemas económicos en los que la antinomia entre trabajo y capital sea superada.595 En tiempos en los que, dentro de un sistema económico menos complejo, el «capital» y el «trabajo asalariado» identificaban con una cierta precisión no sólo dos factores productivos, sino también y sobre todo, dos clases sociales concretas, la Iglesia afirmaba que ambos eran en sí mismos legítimos.596 «Ni el capital pue­de subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital ».597 Se trata de una verdad que vale también para el presente, por­que «es absolutamente falso atribuir únicamente al capital o únicamente al trabajo lo que es resultado de la efectividad uni­da de los dos, y totalmente in­justo que uno de ellos, negada la eficacia del otro, trate de arrogarse para sí todo lo que hay en el efecto ».598

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