Fallecidos por el virus

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. En los inicios de la crisis sanitaria, cuando fallecieron personas destacadas en la sociedad dominicana se llegaron a mencionar nombres. Pero después, los fallecidos se convirtieron en solo cifras. Estamos sobre los 300 y no queremos saber nombres. Que queden en la tristeza e intimidad de sus familias. Pero nos seria de mucha utilidad conocer su perfil social, es decir edad, condición social, ubicación geográfica, y hasta foco de infección, ¿Por qué?  No por el morbo de saber, de traspasar la privacidad, sino porque en ese anonimato total nos sentimos como rodeados de unos espíritus que nos danzan por derredor sin nosotros saber. Saber nos ayuda a mejor comportarnos.  

Escuela. Parece que es del todo seguro que no se volverá a clases. ¿Aunque ponemos en duda la repetida afirmación de que al 17 de marzo se había impartido el 70 por ciento del programa, pero preguntamos qué nota se pondrá? ¿Aunque sabemos que son muy muchos los estudiantes que no han tenido recursos para recibir clases digitales, pero cómo se evaluara el trabajo de los que si lo han podido? Y si es verdad que se impartirán pruebas nacionales, cual será el contenido de esas pruebas, el 7º por ciento  de lo impartido a marzo o el 100 por ciento de lo completado digitalmente? ¿Se debe esperar la reunión del Consejo de Educación? Los estudiantes importunan a directores y maestros con preguntas.

“Echarnos al hombro las estructuras mundiales enfermas.”  Arturo Sosa,  el sacerdote,  superior general de la Compañía de Jesús,  en declaraciones a la revista venezolana SIC le ha propuesto  a los cristianos en general y a los jesuitas en particular la trascendental tarea de “echarnos al hombro las estructuras mundiales enfermas para curarlas, es decir, estamos llamados a comprometernos eficazmente en la transformación del actual orden mundial, que muestra cada día más sus limitaciones para crear las condiciones de una vida humana digna para todas las personas, todos los pueblos y sus culturas.” A eso nos llama Dios en estos momentos,  .

 

Pacto Nacional. En su mensaje  el día de la Altagracia, el episcopado dominicano, a propositivo de las venideras elecciones.  propuso “Grande es nuestro deseo de que se logre un pacto nacional entre nuestros líderes políticos, en el cual suscriban un compromiso público en torno a las propuestas prioritarias para la sociedad dominicana, conformando una agenda nacional y provincial que trascienda los intereses personales y grupales a favor del bienestar colectivo de toda la Nación. Dicho pacto debe incluir el compromiso a gobernar de acuerdo con principios de justicia que garanticen los derechos de todos y una especial dedicación a los sectores menos pudientes de la sociedad.”  Parece que eso lo han y se ha olvidado. Ahora, cuando no se prevé la desescalada del virus y que se aproxima el día reprogramado para las elecciones, el 5 de julio, se incentiva la campaña sucia y el miedo a si podríamos celebrar elecciones en un país donde no nos hemos cansado de decir que las elecciones son el carnaval de la democracia.  Y comienzan a surgir propuestas temporeras al tambor de la campaña sucia. Aquí creemos que es hora que se comiencen a reunir y a aparecer propuestas serias que traigan paz y no zozobra.

 

 

Elecciones e incertidumbre. Ya se ven declaraciones y contradeclaraciones. Propaganda y campaña sucia que cierne una nube de incertidumbre. ¿Es que nos preparamos para las elecciones? El obispo Jesús Castro Marte instó “a las autoridades a evitar que se produzca otro trauma con las elecciones presidenciales y congresuales pautadas para el próximo cinco de julio, como ocurrió tras las municipales del 16 de febrero.” Al referirse a la situación que vive el país con el Coronavirus, el obispo entiende que “se deben hacer los esfuerzos necesarios para que  los comicios se desarrollen en la fecha pautada.”

 

Se dice que hay 356 vertederos de basura, al aire libre, en el país.

 

 

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