Pbro. Isaac García de la Cruz

Iglesia Peregrina

A los medios de comunicación se les ha denominado el “Cuarto Poder”. De hecho, vivimos en la civilización de la comunicación. En el día de hoy, cada persona es un “periodista” o un “comunicador” que ejerce el derecho natural que le asiste a comunicar: las Redes Sociales y los “en vivo” han convertido el mundo en un verdadera “aldea global” a un alcance inimaginable.

Hasta hace poco, gobiernos y empresas tenían el poder de controlar las noticias que salían y censurar aquellas menos convenientes para el país, sus intereses e, incluso, que afectan las normas ético-moral, cívica, cultura y los valores. Un ejemplo de ello, es el tan añorado y mencionado, hasta con suspiro, de la ahora Comisión de Espectáculos Públicos.

Los Medios de Comunicación tienen derecho a comunicar: esa es su función natural y su razón de ser. En medio de tantos medios serios y comprometidos con la verdad y el bien, debemos admitir que más de una vez hemos sido presa fácil de informaciones sospechosas, amarillistas y tristes. Las famosas “Fake News”, noticias falsas o pseudonoticias, están a la orden del día y más de una vez, después de reenviar un mensaje, hemos tenido que remitir el siguiente con un letrero (normalmente en rojo encima) que dice: “Falso”. Pero no es tanto la información que transmitimos, sino la desinformación y el daño que ellas hacen, intencional o no, a la imagen de una persona, de una empresa, de una institución e incluso de un país. ¡Es sensato que personas y empresas dedicadas al oficio de la comunicación comprendan la grave responsabilidad que tienen en sus manos para hacer el bien o el mal, a través de un simple titular o una información!

Pero no solo causan daño las noticias falsas, morbosas y amarillistas, sino que cuando se propagan imágenes e informaciones de violencia y robo, se manda un mal mensaje, desencadenando acciones similares e incluso incentivando que quienes no se atrevían a cometer tal delito, ahora logren la justificación perfecta para iniciar tales acciones. Informar es educar y transmitir un mensaje con respeto a quienes tengamos como lectores o a quienes reciban las imágenes que compartimos, con el objetivo de enaltecer a los demás y construir una mejor sociedad.

El Papa Francisco insistentemente ha llamado a los Medios a hacer un periodismo serio y evitar dañar a otros: “Periodistas humildes no quiere decir mediocres, sino más bien conocedores de que a través de un artículo, un tuit, un directo televisivo o radiofónico se puede hacer el bien y, si no se es escrupuloso, el mal al prójimo, e incluso a enteras comunidades” (27.07.2019). En otra ocasión, afirmaba: “Nunca debemos olvidar la distinción fundamental entre las noticias y las personas. Hay que combatir las noticias falsas, pero siempre hay que respetar a las personas, que a menudo se adhieren a ellas sin pleno conocimiento y responsabilidad” (28.01.2022). También afirmó: “Sin informes reales y honestos los medios de comunicación no pueden ayudar a la gente a comprender la verdad de lo que está sucediendo en el mundo y en la vida de otras personas… Todos somos responsables de las comunicaciones que realizamos, de la información que compartimos, del control que podemos ejercer sobre las noticias falsas al exponerlas” (Mensaje del Día Mundial de las Comunicaciones Sociales, 16 de mayo 2021).

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