Se rindió el comedimiento:

¡ha triunfado el consumismo!

el lujo, el egocentrismo …

que lleva al endeudamiento 

y al inmoral hundimiento 

que provoca el desenfreno

convencidos que lo “bueno”

tiene su precio y se paga 

no importando que se haga

abusando de lo ajeno.

Nos dejamos atrapar 

por la falaz  propaganda 

que hace de la mojiganga 

algo grandioso y sin par      

y que nos mueve a comprar 

de una forma compulsiva 

en cantidad excesiva

lo que no necesitamos

pero no importa: ¡compramos!

de una manera obsesiva.

Y así seguimos gastando

hasta lo que no tenemos

soñando nos “sacaremos”

para seguir ostentando 

y vivimos apostando 

a coger los seis del loto

que es tirar en saco roto

lo que da tanto trabajo

y al seguir con el relajo

tamo’ feos pa’ la foto.

Si no cogemos cabeza

y continuamos “gozando”

seguiremos tropezando 

por obrar con ligereza 

y la vida con rudeza

nos reserva una lección 

por no hacer la corrección

(ni a tiempo rectificado)

sobre el consumo alocado

sin freno ni reflexión.-

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