Siento sincera alegría
cuando salgo por la calle
recibiendo por detalle
un amistoso ¡Buen día!
que me suena a melodía
sobre todo en Navidad
hermosa festividad
para apretarnos las manos
compartiendo como hermanos
en plena fraternidad.
Es la mejor temporada
con el frescor de sus vientos
retoñan los sentimientos
hay música de alborada
y la amistosa mirada,
se intercambia a cada paso
desde el alba hasta el ocaso
en un ambiente festivo
contagioso y positivo
que culmina en un abrazo.
Arraigada tradición
en el alma de la gente
celebrada alegremente
en la familiar reunión,
propiciando la ocasión
para olvidar los resabios
enterrando los agravios
en el fondo del olvido
porque es reconocido
que perdonar es de sabios.
Preparemos este encuentro
llenos de amor y cariño
despertemos ese niño
que todos llevamos dentro,
porque Jesús es el centro
que a la vida da sentido:
un regalo compartido
para que el mundo celebre
que en un humilde pesebre
el Redentor ha nacido.-