Obsesión y afán de lucro 

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El afán por el dinero

contamina el alma humana

vuelve vacía y profana

la ruta de ese viajero

torna vil y traicionero

al espíritu atrapado 

por sí solo preocupado

sin pensar en nadie más 

ni separarse jamás 

del camino derrapado.

Una cosa es trabajar 

y tener aspiraciones 

teniendo retribuciones

en el diario batallar

la vida ha de premiar

a quien demuestre talento

y aplica todo su aliento

en sus tareas de vida

que será retribuida

con el justo emolumento.

Pero esto no se aplica

al cazador de fortuna

que sin vergüenza ninguna

su patrimonio duplica

y si es preciso suplica

pues se vale de artificios 

los que a él les son propicios

por las buenas y las malas

y después hacernos galas

de sus turbios beneficios.

El dinero es importante, 

(si lo negara: soy necio)

pero el actuar con desprecio

al valor moralizante

y al trabajo edificante 

sólo por tener riqueza

es mucho más que flaqueza: 

es caer en el pantano

de lo ruin y lo mundano

¡es vivir en la vileza!.-

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