Una manera cristiana de entender la sociedad

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Mujeres, hombres, familias y todo tipo de grupos se organizan en comunidades más amplias para resolver las necesidades de la vida diaria. El quinto principio de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) consiste en una manera de comprender la sociedad.

Al organizamos en sociedad buscamos algo que nos supera: “la amistad, el incremento económico, el crecimiento cultural, el de­sa­rrollo del sentido estético…” la posibilidad de compartir recursos. En una sociedad rectamente organizada, los ciudadanos pasan de cruzarse en la calle a tratase como personas.

La sociedad de la DSI no se identifica con ningún tipo de organización o partido. Se fundamenta “sobre un orden moral objetivo que pase al ordenamiento jurídico como bien moral y se exprese en instituciones que lo realicen y de­fiendan”. La DSI no solo se fun­da en la dignidad la persona humana, sino que se esfuerza porque los derechos de cada persona sean protegidos en la vida pública.

La sociedad justa es fruto de una búsqueda solidaria, inteligente y libre de sus miembros. El bien común es su “justificación plena y su sentido del que deriva su legi­timidad primigenia y propia”.

La sociedad inspirada en la DSI protege el derecho de libre reunión y asociación, de expresar las pro­pias opiniones y de profesar privada y públicamente la religión. Ga­rantizando los derechos de la persona se anima a los ciudadanos y sus asociaciones a participar activamente en la vida pública, se res­petan los derechos de las minorías, la tolerancia religiosa y la colaboración “a fin de que todos los ciudadanos, y no solamente algunos privilegiados, puedan hacer uso efectivo de los derechos perso­nales”.

Esta forma de vivir en sociedad vela porque la autoridad no orga­nice lo que es de todos en bien de un partido o grupo cercano a los mismos gobernantes.

Para construir este tipo de so­ciedad, se hace necesario “fomentar el sentido interior de la justicia, de la benevolencia y del servicio al bien común y robustecer las convicciones fundamentales en lo que toca a la naturaleza verdadera de la comunidad política y al fin, recto ejercicio y límites de los poderes públicos” (Gaudium et Spes, 73).

Alfonso A. Cuadron, coordina­dor 1993, Manual de Doctrina Social de la Iglesia, BAC Maior, Vol 43, 117 – 119).

 

El autor es Profesor Asociado de la PUCMM, mmaza@pucmm.edu.do

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