Historias que huelen a Evangelio  Con motivo de la 54 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

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El mensaje que el Santo Padre Francisco nos envía en esta jornada es una confirmación de que la Iglesia Católica no está obsoleta. Me confirma que, así como es Jesús, su fundador: dinámico, astuto, sabio… estamos nosotros llamados a ser y a seguir siendo.

Me ha impactado mucho cómo si pones una cita bíblica dentro de un tema de contexto cotidiano, la misma puede parecer una cita como las que sacamos de libros escritos por genios, pero me doy cuenta de que en este formato tienen aún más utilidad y más peso. La historia de historias, como ha llamado el Papa a la Sagrada Escritura, no deja de sorprenderme y sigue poniendo a prueba mi capacidad de asombro ante lo mística y realista que es.

“El hombre es un narrador” dice Francisco en su mensaje para la 54 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales “Para que puedas contar y grabar en la memoria (cf. Ex 10,2)

La vida se hace historia” y es que verdaderamente todos somos los autores de nuestras historias y por eso todos tenemos el poder de cambiarla en el momento que queramos así sea para bien o para mal, dándonos a nosotros todo el crédito de cual sea la decisión que tomemos en torno a ella. Ha tocado cada fibra de mi corazón el recordatorio que se nos hace en este texto de cómo todos somos protagonistas y no extras, pero también de como podemos ayudar a los demás a escribir y a producir las historias de sus vidas.

La esperanza no deja de hacerse sentir al momento de leer palabras tan vanguardistas redactadas en torno a una historia que es vista como la más vieja y aburrida de todas por muchos. Me llama la atención el saberme capaz de custodiar mi vida y poder hacer retroinspección para poder “revestirme” y tejer mi propia historia, como de lo alto se me fue encomendado. También el saberme responsable de descubrir y enriquecer la trama de mis días.

Los pies en la tierra y el corazón al límite del cielo es donde me sitúan las siguientes palabras de nuestra cabeza visible, el Santo Padre: “La tentación de la serpiente introduce en la trama de la historia un nudo difícil de deshacer”. Nuevamente se repite lo antes relatado en el texto, eso de que vivimos de historias, porque al leer este fragmento de divinidad se hace la crónica de mi vida cristiana en mi cabeza y pienso en mi bautizo ayudándome a desenlazar el nudo que nos dejaron nuestros primeros padres y el mal. Pienso en los sacramentos, todos los días y en todo momento, fungiendo con un papel de manto santo como herramienta para que luchemos contra el pecado que nunca deja de ser.

Para concluir, entre tejidos y bordados, entre la admirable forma de Jesús enseñarnos con historias contadas con hechos y los santos con historias contadas en vidas, surge efecto en mi cómo primero se relata la forma y capacidad que tiene la historia y la Sagrada Escritura de renovar la vida del Ser Humano y luego la manera tan directa y detallada con la que Francisco nos dice a cada uno que la historia puede cambiar y renovar la vida de manera personalizada.

Un mensaje claro, preciso y conciso que deja mucho que analizar a quienes nos dedicamos a comunicar.

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