Sobre el Peregrino y otras cosas

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A partir del domingo 26 de abril el Peregrino, Mildomio Adames,  ocupó tiempo en las conversaciones y espacios de medios. A esta columna se acercaron personas pidiendo opinión.  ¿Qué decir? Había que darnos tiempo para poner en perspectiva la persona del Peregrino, calmar ánimos, dar  perspectiva su mensaje y a la reacción de la gente.

 

Ya han pasado los días y hay calma.   Bueno, el Peregrino es persona conocida. Es un artesano, de escasa escuela, radicado en Villa Altagracia, padre de familia, separado de su compañera debido  – según él mismo lo cuenta – a sus comportamientos religiosos. En anteriores ocasiones, creemos que tres, caminó carreteras  cruz a cuesta anunciando y denunciando.

 

En las ocasiones anteriores, aunque su persona y mensaje aparecía en los medios  no tenía el revuelo de esta vez porque la situación no lo apremiaba. Se tienen videos de él caminando sólo  avenidas de la Capital. Ilustracion: el Peregrino

 

El dice tener revelaciones de Dios, en una montaña que la llama Mariana la Chica, que lo invitan a la conversión. Algunas personas afirman que en una pasada misión invitó a votar por la reelección de Danilo Medina, pero a decir verdad nadie ha subido un video confirmando esta afirmación.

 

Ahora dice que el pasado 2019  anunció estas desgracias para el 2020 y cosas mayores para todo el mundo en el 2021. Y pedía conversión comenzado por el presidente de la Republica. En concreto, llevaba una cruz para depositar en la playa de Puerto Plata y así detener la pandemia. No se ha podido dilucidar cómo, pero lo cierto es que desde el túnel de Puerto Plata él se vio acompañado por vehículos de instituciones del Estado y municipales y por la compañía de un grupo creciente – nunca multitudes – de personas. Luego dijo que se dirigiría hasta playa Bávaro.  Pero de Puerto Plata regresó a su casa a Villa Altagracia.

 

Repitió que había sido enviado por Dios – “Dios te envía, Dios te ordena, Dios te cuida. Humillación, perdón y misericordia” -, pedía arrepentimiento de los pecadores y misericordia para los justos y anunciaba el fin de la pandemia,

 

Esto desencadenó un buen número de comentarios en que unos consideraban que los seguidores eran “multitudes”, otros abordaban el hecho desde el punto de vista de la manipulación política, también consideraban que era un signo de la ignorancia religiosa, y hubo que lo entendían como una manifestación epifánica   y taumatúrgica   de Dios a través de la pequeñez de este peregrino.  En su peregrinar interactuó con sacerdotes y obispo que se vieron precisados a opinar y tomar posición.

 

El padre Chelo, de la diócesis de La Vega, estuvo varias veces con él según se ve en los youtube subidos a la web. Muy interesante el grabado a su paso por La Vega el domingo 26.  Con su ganada autoridad en la espiritualidad y la predicación de sanidad espiritual y curación, el padre Chelo valoró tres temas en el mensaje del Peregrino: la penitencia, la oración y la cruz para cerrar con esta frase “hay que respetar.”

 

No podemos pasar por alto que todo esto sucedía el mismo día que el episcopado había lanzado su Jornada Nacional de Oración por el Fin de la Pandemia del Coronavirus” que incluía la celebración de la eucaristía en las sedes arzobispales de Santo Domingo y Santiago y misas en cada iglesia catedral. Coincidencia, el Peregrino pasó por la catedral de Puerto Plata cuando se iba a celebrar la misa. En nota de prensa el obispado precisa que “Los sacerdotes revestidos ya estaban dentro de la catedral, con las puertas cerradas, esperando la llegada de Monseñor Julio César Corniel Amaro, obispo de la Diócesis, para la celebración de la misa sin feligreses que iba a ser transmitida por medios locales, como parte de la Jornada Nacional de Oración por el fin de la pandemia del COVID-19.  Los presbíteros, al ser sorprendidos por el “peregrino”, quien se puso de rodillas frente a ellos, como un gesto de educación, tolerancia y misericordia, lo escucharon y le impartieron la bendición tras ser solicitada, al tiempo que le demandaron salir de la catedral.” Ilustracion: el Peregrino

 

Ese día y los posteriores la noticia, entrevistas e interpretaciones saturaron las redes. Se osciló desde las simpatías religiosas a la espera del fin de la pandemia, hasta críticas y burlas a la Iglesia que cree y   sostiene estas ignorancias en la población. Los más sensatos reconocían que la novedad y gravedad de la pandemia  generaban este tipo de comportamientos en personas de escasos conocimientos o presionados por el miedo y las necesidades.

 

Los hechos han demostrado, hoy 17 de mayo, 21 dias despues, que la acción del Peregrino no ha resuelto el problema de la pandemia. El número de afectados y fallecidos crece y seguirá.

 

El hecho-Peregrino, con sus gestos y sus palabras, las más de las veces carentes de lógica y concordancia debido a su nivel académico, es una invitación a orar y curar. El padre Martin Lenk, sj, en una reciente reflexión “nos invita hoy a orar por los enfermos y a confiar en Cristo, nos invita a ver en los enfermos la presencia de Cristo, que no ha quitado el sufrimiento del mundo, sino que está presente en medio del dolor. Nos hace comprender que no debemos hablar de un castigo de Dios, ni de una maldición. Al mismo tiempo nos enseña que de una u otra manera tenemos responsabilidad por el mal en el mundo y que somos llamados a luchar contra las enfermedades al igual que contra las injusticias, la explotación y los abusos. Mirando a Cristo nos llenamos con la esperanza que nos empuja a comprometernos a trabajar por un mundo más sano, fraterno y justo.”

 

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