Fotos y texto Juan Guzmán

Comunicación y Medios Misión ILAC

“Una hermosa obra de caridad. Que Dios bendiga a cada uno de los médicos y colaboradores de esta hermosa causa”. Así se expresó Deici Alvarado a través de las redes sociales al referirse al programa de atención ocular 2022 Misión ILAC

Después del obligado paréntesis sanitario, el grupo de profesionales del Programa de Salud Voluntaria (VHP) de New York, volvió a nuestro país, para realizar  el operativo médico oftalmológico número 25, beneficiando a tantas personas necesitadas de este sector.

Hoy, al dedicar una de nuestras salas de su cirugía a su memoria, resuenan las palabras del Doctor Robert Della Rocca (R.I.P.) quien, junto a con su esposa Darlene, y el padre Ernesto Fernández Travieso, iniciaron este programa de salud ocular en la Misión ILAC en el año 1995: ¨al momento de definir los parámetros para traer aquí un programa para ayudar a los campesinos en la atención y cuidado de sus ojos, nos propusimos la meta de que la calidad del servicio debía ser equiparable a la que estamos acostumbrados a tener en el Hospital de Ojos de New York¨. Su esposa Darlene y sus dos hijos Amy y Robert continúan el legado del Dr. Della Rocca.

El Centro Quirúrgico Misión ILAC vivió días de gran actividad con personas que llegaban en las madrugadas desde comunidades remotas, en busca de un servicio que les brindara la oportunidad de recuperar su visión.

Mientras, decenas de voluntarios ofrecieron evaluación ocular, cirugía y prótesis, así como dermatología.

Durante seis días fueron atendidos 876 pacientes de todas nuestras comunidades ILAC. De ellos fueron sometidos a cirugía 173. Además, 22 recibieron implantes protésicos y 81 fueron atendidos en el área de dermatología.

Martha Tejada, en la comunidad Vaca Gorda, Partido Dajabón, salió de su campo a las dos de la mañana y sentada en la sala de pre-quirúrgico nos explica que sufre de cataratas. Fue operada dos años atrás y hoy piensa, con esta nueva cirugía, recuperar la visión de su ojo derecho.

Brenda, procedente de un campo de Santiago Rodríguez, nos explica que desde pequeña no tiene uno de sus ojos. Ha recibido aquí en Misión ILAC, un implante protésico ocular. Ella explica que ahora está en mejores condiciones para superar el trauma de la burla que recibió de sus compañeros de estudio durante su adolescencia.

Amantina Ruiz, de Guatapanal, califica la recuperación de su vista, luego de una cirugía de cataratas, como “un milagro de Dios que utilizó a su doctor para que ella pudiese ver de nuevo”.

En el transcurso de los 27 años que cumple  el programa, profesionales de alto nivel, han puesto, y ponen sus conocimientos con amor y entrega al servicio de mujeres, hombres y niños de nuestros campos.

Las imágenes de estas jornadas, estuvieron marcadas por gestos elocuentes de humanidad y gratitud.

Pacientes y voluntarios, médicos y personal de apoyo, en una interacción que expresa el espíritu de corazones que dan y reciben, en esa doble vía marcada por el amor y el servicio.

¡Caridad con calidad, un regalo de amor!

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