Asistieron delegados de nueve países

El Movimiento de los Focolares celebró su 40º aniversario de su encuentro anual la Mariápolis en República Dominicana, reuniendo a más de 220 personas de diferentes edades y países del 6 al 9 de julio.

La Mariápolis, o ciudad de María, es un evento en el cual los participantes se reúnen temporalmente para vivir bajo una única ley: el amor recíproco. Este año, el tema central fue la oración como camino que conduce a Dios y al hermano, y se profundizó en el valor de la honestidad para niños, adolescentes y adultos.

Durante estos días hubo momentos de oración y reflexión, acompañados de poderosos testimonios sobre cómo el carisma de la Unidad de Chiara Lubich ha transformado las vidas de aquellos que han encontrado la espiritualidad de los focolares. Asimismo, se hizo un recorrido por los 40 años de historia del movimiento en República Dominicana, recordando las bendiciones que Dios ha derramado sobre la familia de los focolares en este país.

Es importante destacar que muchos de los participantes, al igual que la figura de María, trabajan en silencio al servicio de sus parroquias y en diferentes ámbitos de la Iglesia dominicana. Su compromiso y entrega reflejan la influencia positiva que el Movimiento de los Focolares ha tenido en la sociedad dominicana a lo largo de estas cuatro décadas.

Además de los representantes de República Dominicana, también se contó con la presencia de participantes de Puerto Rico, Haití, Cuba, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Brasil, El Salvador y Costa Rica, quienes compartieron experiencias y fortalecieron los lazos fraternos entre las diferentes comunidades del Movimiento de los Focolares en la región.

Nuestro aniversario fue un momento especial de encuentro, renovación y crecimiento espiritual para todos los asistentes. A través de la vivencia del amor recíproco y la reflexión sobre la importancia de la oración y la honestidad, la Mariápolis se consolida como un espacio único en el cual los participantes pueden fortalecer su fe y compromiso de vivir el mensaje de unidad y amor propuesto por Chiara Lubich.

En nuestro país seguimos promoviendo valores de fraternidad, solidaridad y paz en la sociedad a través de sus diversas formas de acción y servicio. La Mariápolis es solo una muestra más del impacto positivo que este movimiento ha tenido en la vida de miles de personas en todo el mundo.

Movimiento de los Focolares

El Movimiento de los Focolares es una gran y variada familia, es un “nuevo pueblo nacido del Evangelio”, como lo definió la fundadora, Chiara Lubich, que lo inició en 1943 en Trento (Italia), durante la segunda guerra mundial, como una corriente de renovación espiritual y social. Fue aprobado en 1962 con el nombre oficial de Obra de María y difundido en más de 180 países con más de 2 millones de  integrantes 

El mensaje que quiere dar al mundo es el de la unidad. El objetivo es, por lo tanto, el de cooperar en la construcción de un mundo más unido, impulsado por la oración de Jesús al Padre “para que todos sean uno” (Jn 17,21), en el respeto y valorización de las diversidades. Para alcanzar esa meta se pone como prioridad el diálogo, en el compromiso constante de construir puentes y relaciones de fraternidad entre las personas, los pueblos y los ámbitos culturales.

El Movimiento cuenta, en su interior, con cristianos de muchas Iglesias y comunidades cristianas, fieles de otras religiones y personas de convicciones no religiosas. Cada uno se adhiere a él en sus fines y su espíritu, en la fidelidad a la Iglesia de cada uno, o al credo de cada uno, y a su conciencia.