Juan Guzmán 

No podía darse un marco más idóneo que el Encuentro anual de Cooperadores de Salud Rural en el año en que la Misión ILAC celebra su 50 aniversario.

Muchos de los que originalmente estuvieron en el proyecto de “Facilitadores de Salud” que luego evolucionó a Cooperadores de Salud, ya no están; pero Mercedes Pichardo una líder campesina de la Comunidad de Henequén, San José de las Matas, si está lúcida y fuerte.

Ella nos cuenta cómo desde CEFASA el padre Guzmán inició la organización de líderes campesinos para que se empoderaran en sus comunidades.

Ocho líderes formaron parte de esa primera etapa.

Cada módulo contenía un tema de formación a desarrollar con la comunidad entre ellos lo que hoy llamaríamos creatividad comunicativa.

De allí que Mercedes Pichardo debía escribir un himno y un poema.

El himno actual de los Cooperadores de salud nació en esa etapa y el poema, un escrito de verso libre, mencionaba el cuidado que se debía tener al hacer ejercicio del voto. Tiempos difíciles aquellos y delicado el tema, aún recién parida Mercedes Pichardo fue detenida para investigación.

Así se inició una comunidad de colaboradores y voluntarios que ha estado presente en más de 200 comunidades principalmente en la Cordillera Central y en la Septentrional.

Fue en la Cordillera Central que CEFASA siguió las directrices de Pedro Arrupe, S. J. en ese entonces Superior general de la Compañía de Jesús, CEFASA. Se integró a trabajar en la propuesta de : “Una misión que vaya preferencialmente por los pobres. Aliviar a la humanidad de las cadenas del pecado, de la injusticia y sus causas”. (Fe y Justicia. Ignaciao Ellacuri, S. J.)

Para urgir en la práctica de este compromiso el padre General general nombró a Manuel Foyaca, S J, quien trazó los planes para un centro de investigación y acción social en la República Dominicana con promotores (Cooperadores) que serían formados por los sacerdotes Francisco Guzmán y Francisco Bartolomé como encargados de la zona rural (CEFASA historia)

La Misión ILAC, mientras tanto, inicia en el año 1973 con los sacerdotes jesuitas Ernesto Fernández Travieso y Narciso SáncheZ Medio como gestores, ambos hacían vida pastoral en la Universidad de Creighton en Omaha, Nebraska USA, para ese entonces.

Ya para 1976 llegaron los primeros 36 voluntarios para servicios médicos en las zonas rurales que coincidían con las zonas CEFASA, Loma de los Ríos, El Cerrazo, Donajá, Las Placetas, Lagunas, Jamamú y Loma Prieta.

Al pasar los años, en la medida que la Misión ILAC fue estructurando espacios físicos y recurrencia en el servicio, los Cooperadores fueron los colaboradores claves para conectar voluntarios extranjeros y comunidades locales. Tanto así que el primer centro de atención médica lo construyó ILAC en Juncalito, Jánico.

Asistieron allí los primeros médicos voluntarios de Miami y de la Honorable Orden de Malta, El doctor Cristobal Viera, Jose Manuel Centurión y José Echenique para servicios de medicina general, cardiología y urología.

A finales de los años 80, los Cooperadores de Salud Rural pasaron a ser parte de la Misión ILAC. Este ha sido el legado más grande de vida y amor que nos dejó el padre Francisco Guzmán.

Desde entonces esa simiente ha crecido en cantidad de comunidades, programas y servicios, en los que predominan la prevención en salud, liderazgo, servicio social y seguimiento a enfermos.

Los programas del ILAC no son solo de servicios de salud, también incluyen construcción de acueductos, infraestructuras, soluciones habitacionales, educación ambiental, agricultura, reforestación, y un larga lista entre la que se destaca la atención médica anual en diferentes disciplinas que se realizan en el Centro Quirúrgico Misión ILAC y en el taller de prótesis, disponible en nuestras instalaciones. También, ortopedia, ginecología, atención y cirugía ocular, cardiología, pediatría, urología, colonoscopía, cirugías de hernias, ortopédicas y oculares.

Un abanico colorido de acciones que buscan responder a la máxima ignaciana de “ser personas para los demás”.

El encuentro de Cooperadores de Salud Rural es por tanto una reafirmación de las raíces y motivos por lo que existe la Misión ILAC y su visión jesuítica. Ellos son los actores vitales que dan forma y sentido con su trabajo permanente a este proyecto con la mirada puesta en “aliviar la humanidad de las cadenas del pecado, la injusticia y sus causas”.

El himno de los Cooperadores, pensado y escrito por una líder campesina de la Sierra, resume mucho del espíritu que dió forma a la labor de aquellos que recorren los caminos de nuestra patria llevando consigo actos de amor y misericordia.

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Himno de los Cooperadores:

Adelante vamos cooperadores

a luchar con amor y gratitud

enseñándole a nuestro campesino

que la higiene es madre de la salud.

En los campos olvidados de Quisqueya

y en los barrios donde hay desigualdad

donde quiera que haya gente que sufra

tu haces falta y presente allí estarás

Cuando mires a tu hermano sufriendo

corre pronto a paso de vencedor

a llevar en tu mano generosa

el remedio que calme su dolor

(..)

El servicio que prestes a tu hermano

hazlo siempre con gusto y dignidad

no esperando en el mundo recompensa

que en el cielo algún día la tendrás

Autora: Mercedes Pichardo

Cooperadora de Salud, Henequén, San José de las Matas

La Misión ILAC es una institución adscrita al Arzobispado de Santiago, ubicada en Licey al Medio Santiago. Ilac promueve y gestiona programas sociales en las montañas centrales de nuestro país desde las alturas de Paso Bajito en la provincia de La Vega hasta Los Cerezos, en Restauración. Desde Chinguelo, comunidad ubicada entre San Francisco de Macorís y Nagua, hasta El Mamey, Los Hidalgos, Provincia de Puerto Plata y desde las comunidades el Este, de la provincia La Vega, hasta los campos de Dajabón en el centro del Valle Cibao.