Por: Isabel Valerio Lora, MSc,          email:isabelvlora@gmail.com

La música es la mediadora entre el mundo espiritual y el de los sentidos”. -Ludwig van Beethoven-

La música es un arte que requiere  grandes y múltiples recursos cognitivos. Los científicos la consideran una de las actividades más complejas que la mente puede llevar a cabo, pues tanto la percepción como la ejecución musical movilizan diversas áreas corticales y subcorticales que implican a la totalidad del encéfalo.  (Jauset, 2013).

Desde la antigüedad, se ha utilizado la música con fines terapéuticos: Aristóteles (384 a.C) y Platón (427, a.C) recomendaban la música para tratar el miedo, pues consideraban que influía en los estados de ánimo. Platón recomendaba música y danza para la serenidad del alma, la angustia y el terror.

La música es una herramienta excelente para indagar acerca de la organización cerebral y analizar las funciones más desarrolladas del ser humano. Oliver Sacks (2009, p.336) explica el uso de la música en personas afectadas por demencia: Las respuestas a la música se observan, incluso cuando la demencia está muy avanzada.

La psicóloga y musicoterapeuta Nuria Escudé, directora del Institut Català de Musicoteràpia de Barcelona, considera que la musicoterapia proporciona a los niños un espacio para que puedan sentir y expresar sus sentimientos, les ayuda a mejorar el habla, la coordinación motriz, la atención y la memoria desde una base lúdica pero con unos claros objetivos terapéuticos. Quizás sea ésta la razón por la que algunos estudios asumen, e incluso enfatizan, como plausible su influencia positiva en el desarrollo de otras habilidades cognitivas, en particular sobre las relacionadas con el lenguaje, el cálculo, la memoria verbal y el razonamiento temporal-espacial.

Además de ser un medio  placentero de entretenimiento, la música posee una notable capacidad terapéutica. Aplicada adecuadamente por profesionales competentes, favorece una integración neurofuncional y neuropsicológica repercutiendo positivamente en nuestra salud. En estudios realizados a pacientes pre quirúrgicos, se ha determinado que la música ayuda  a que se relajen y por ende disminuya la ansiedad que sienten antes de la cirugía.

Con el uso de la música de manera terapéutica, se han observado mejoras en personas con trastornos del movimiento,  dificultades de habla, demencias, secuelas de enfermedades cardiovasculares, autismo, Parkinson, etc.

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