Queridos hermanos y hermanas. El 16 de febrero de 2019, con una solemne celebración eucarística, iniciamos un proceso de atención más cercana al segmento más numeroso de los agentes de pastoral de nuestra diócesis junto a los catequistas: los animadores de Asambleas y los ministros extraordinarios de la comunión a los enfermos.

Hoy, tres años después, estamos dando un paso de avance para garantizar la formación-preparación, el acompañamiento y la animación de los presidentes de Asambleas y demás Ministros laicos del futuro: la inauguración de la Escuela Diocesana de Ministerios Laicales de la Diócesis de La Vega.

Esta celebración eucarística es una acción de gracias a Dios y un reconocimiento agradecido a nuestros ministros laicos instituidos (Presidentes de Asamblea, ministros extraordinarios de la comunión y del altar), por el invaluable servicio evangelizador que realizan en la diócesis a nivel de la base. Vaya nuestro agradecimiento porque han saciado el hambre de la Palabra de Dios y de Jesús-Eucaristía a tantos hambrientos de nuestra diócesis de la Vega en sus respectivas comunidades.

Gracias por estar presentes de manera incondicional y oportuna en el lugar y a la hora que el sacerdote no le ha sido posible ir a celebrar. Les recuerdo la gran responsabilidad que implica su servicio, porque ustedes son un referente en sus respectivas comunidades. Están llamados a ser en todo momento testigos de Jesucristo, no sólo cuando les toca celebrar la Palabra y distribuir la comunión a los enfermos, sino siempre. Por eso deben ser personas idóneas, probadas y aceptadas (sin rechazo) en la comunidad de procedencia. La institución es temporal, no permanente, por lo que deben renovar su ministerio cada dos años.

Agradezco el del padre Carlos Vásquez Checo su esfuerzo para dignificar esta área del servicio pastoral, dándole, soporte, acompañamiento espiritual, fraterno y formativo; tomando valiosas iniciativas como la institucionalización de un encuentro anual, retiros y la creación de la Escuela Diocesana de Ministerios Laicales que hoy inauguramos, con la finalidad de garantizar una sólida formación a los animadores de Asambleas y ministros extraordinarios de la comunión, con quienes contamos y seguiremos contando. A partir de este momento, la preparación de los ministros laicos será responsabilidad exclusiva de la Escuela con la logística que ella implemente. P. Carlos, cuenta con mi apoyo y el de todo el clero.

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