El Derecho Canónico, órgano de las directrices universales de la Iglesia en sus cánones del 511 al 514, nos habla del Consejo de pastoral, lo cual es tomado en cuenta por nuestro I Concilio Plenario Nacional en sus números del  682 al 697. Nos habla del Consejo Pastoral Diocesano,  y todos estos elementos  son tenidos muy en claro por nuestro Plan Nacional de Pastoral en sus planteamientos bases contenidos en el libro: ´´Plan de Pastoral en acción´´, editado por el Instituto Nacional de Pastoral. Aquí nos dice qué es el Consejo diocesano o arquidiocesano,en este caso de pastoral, nos dice: ´Es el organismo de participación del Pueblo de Dios en la elaboración de las propuestas pastorales. “El consejo pastoral diocesano: a) expresa corresponsabilidad pastoral en la misión salvífica de la Iglesia., b) dinamiza las tareas evangelizadoras de la Iglesia., c) es signo de una iglesia que es comunión y participación., d) motiva las decisiones de la Iglesia, mediante el diálogo sincero y el discernimiento pastoral., e) es punto de encuentro de quienes viven su fe en las más diversas situaciones ambientales”´.

El Derecho prescribe que por lo menos una vez al año este consejo se reúna. En la Arquidiócesis de Santiago, el Consejo Arquidiocesano se reúne dos veces al año: en octubre en el encuentro arquidiocesano de pastoral y en febrero antes de la cuaresma para entregar las memorias de dicho encuentro y como nos sugiere el plan, ver la marcha de la acción pastoral en la Arquidiócesis, pues como nos dictamina el plan, el Consejo está compuesto por los asesores, coordinadores y secretarios o secretarias  de las diversas comisiones u organismos de pastoral que hay en nuestra Iglesia local  de Santiago.

El pasado jueves 17 tuvimos nuestra reunión de febrero, fue un encuentro fraterno, donde compartimos las experiencias que vamos viviendo todavía dentro de la pandemia. 

Lo interesante es que todas estas comisiones y organismos pastorales no se han detenido, la pandemia no los ha paralizados, sino que gracias a todo un derroche de creatividad y de accionar cuidadoso se ha seguido trabajando en la Arquidiócesis y en la medida de lo posible, la planificación del 2021 se ha llevado a cabo, no tal vez al cien por ciento, pero sí en gran medida, demostrando que la Iglesia de Santiago no está dormida,  sobre todo en el trabajo que estas instancias pastorales por medio de sus miembros laicos sobre todo, van realizando en la extensión del reino en nuestra Arquidiócesis.

 Se dio el espacio para que cada uno hablara y expresara su sentir, su quehacer, como muestra de que el aleteo del Espíritu de Dios sigue haciéndose presente a través de la realización de la misión que ha sido puesta en nuestras manos. También se habló del futuro, de comenzar a salir fuera a partir de esta cuaresma, primeramente en nuestros ambientes parroquiales y comunitarios, manteniendo las prescripciones necesarias para evitar contagios y rebrotes.

Hablamos también sobre el Sínodo del 2023 y nuestra participación desde acá en lo que la Santa Sede nos pide. Concluimos muy llenos de optimismo, de ver que no estamos dormidos, que seguimos velando y trabajando por el pueblo de Dios que peregrina en esta Iglesia de Santiago.

Esta mediación pastoral del Consejo Arquidiocesano de Pastoral, es la que hace posible los objetivos del plan y anima al pueblo de Dios a comprometerse en la tarea evangelizadora que el Señor ha puesto en nosotros. Hay que hacer que ella  crezca y madure como fruto de los nuevos aires que el Espíritu de Dios hace soplar en la Iglesia.

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