25. La Espada de San Miguel Arcángel – Primera parte

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Padre Jimmy

Estamos viviendo un Año Jubilar, un tiempo de gracia especial, en el que la Iglesia invita a los fieles a volver su mirada a Dios con un corazón renovado. En este contexto sagrado, muchos creyentes emprenden peregrinaciones no solo como un viaje físico, sino como un acto de fe, memoria y conversión.

Durante este año, peregrinar a los santuarios dedicados a San Miguel Arcángel cobra un significado aún más profundo. No es solo un caminar por antiguos caminos, sino un recordar por qué creemos, en quién confiamos y contra qué luchamos. Recordamos que San Miguel, el gran defensor del pueblo de Dios, sigue luchando por nosotros, recordándonos con fuerza:

“¡Quién como Dios!”

El mundo actual redescubre el valor de la peregrinación. Cada vez más personas emprenden el famoso Camino de Santiago en España. Sin embargo, pocos saben que en la Edad Media existía otra ruta de peregrinación igualmente popular: la Ruta de San Miguel Arcángel, que conectaba los santuarios más importantes dedicados a este poderoso arcángel.

Los peregrinos medievales recorrían más de 2,000 kilómetros, visitando lugares de apariciones y milagros atribuidos a San Miguel. Comenzaban su viaje en Mont-Saint-Michel, en la costa de Francia, luego pasaban por el Sacra di San Michele, en el norte de Italia, y finalmente llegaban a Monte Sant’Angelo, el santuario más emblemático de San Miguel, ubicado en el monte Gargano, en el sur del país.

Con el tiempo, se descubrió que estos santuarios —junto con otros lugares— forman una línea casi perfectamente recta, que va desde Irlanda hasta Israel. Los sitios que forman esta misteriosa “línea de San Miguel” son:

  • Skellig Michael (Irlanda),
  • Saint Michael’s Mount (Inglaterra),
  • Mont-Saint-Michel (Francia),
  • Sacra di San Michele (Italia),
  • Monte Sant’Angelo (Italia),
  • el Monasterio de Panormitis (isla de Symi, Grecia),
  • y Stella Maris en el Monte Carmelo (Israel).

Este último monasterio, Stella Maris, es único porque es el único que no lleva el nombre de San Miguel, aunque forma parte de esta misma línea espiritual y tiene un profundo significado místico.

Muchos consideran sorprendente que los tres santuarios más importantes —Mont-Saint-Michel, Sacra di San Michele y Monte Sant’Angelo— estén ubicados a distancias casi iguales entre sí. Además, en el solsticio de verano (20–21 de junio), esta línea se alinea perfectamente con el sol poniente. ¿Es solo coincidencia o un mensaje celestial?

Según la tradición cristiana, esta línea no es solo un fenómeno geográfico, sino también una señal espiritual. La leyenda dice que representa el golpe de la espada de San Miguel, con la cual venció a Satanás y lo arrojó del cielo al infierno. Es el rastro de una batalla apocalíptica mencionada en el Libro del Apocalipsis.La Espada de San Miguel Arcángel no es solo una línea sobre un mapa; es sobre todo un símbolo de la lucha espiritual. Nos recuerda el poder de Dios, la victoria del bien sobre el mal y la necesidad de vivir fieles a la voluntad divina. San Miguel, jefe de los ejércitos celestiales, continúa combatiendo. Aún se pone del lado de los creyentes, protegiéndolos del mal y guiándolos hacia Dios.