Décima
Siento gran preocupación
por los Estados Unidos
y por los hoy perseguidos
que habitan esa nación,
una inmensa población
de diferentes países
con su piel de mil matices
buscando lograr un sueño
poniendo todo su empeño
echando allí sus raíces.
Su aporte a la economía
no es tema de discusión
lo mismo que su inclusión
y completa sintonía
con la social armonía
cual un común ciudadano
trabajando mano a mano
para salir adelante
bajo la ley que es garante
de sus derechos humanos.
Por muchas generaciones
la diáspora dio su aporte
para que el país del Norte
sea líder de naciones,
pese a discriminaciones
en un entorno reacio
logró (tenaz y despacio)
una gran superación
y total integración
asegurando su espacio.
Pero, Trump ha regresado
con su discurso agresivo
y un ambiente represivo
en el país ha creado,
y el temor se ha apoderado
de legales e ilegales
porque fuerzas federales
andan ya de cacería
como una hambrienta jauría
en las calles y locales.
La nación americana
debe en parte su grandeza
por recibir con nobleza
a la población hispana,
europea o africana
de Asia y del fin del mundo
que aquel suelo tan fecundo
llegaron a trabajar
y hoy los quieren ultrajar
dejando un dolor profundo.-