DÉCIMA

0
5

A Sánchez Ramírez, Cotuí

Aunque no soy cotuisano

adoro esa bella tierra 

que sentimientos encierra 

y al extraño abre su mano; 

allí yo tengo un hermano 

a quien dieron acogida 

en esa villa elegida 

por sus metales preciosos 

y vecinos laboriosos 

que hoy nos dan la bienvenida.

Población llena de vida 

donde hombres y mujeres 

promueven con sus quehaceres 

a su sabana querida, 

la que sienten preterida 

y olvidada en un rincón 

al borde del zafacón 

por aviesos sin memoria 

que (acaso) de nuestra historia

conocen el colofón.

Cinco veces centenaria, 

es muy digno que la admires. 

En Cotuí, Sánchez Ramírez, 

tuvo cuna originaria, 

la figura luminaria, 

por los hados convocado: 

el héroe de Palo Hincado, 

vencedor de esa campaña 

para devolverle a España 

el honor reivindicado.

Mas, permiso a nuestra historia, 

regresemos al presente 

donde se ha mostrado ausente 

de manera muy notoria 

la vital ejecutoria 

del aparato de Estado 

el cual para ser votado 

sí se mantiene vigente 

y al final clava a su gente 

una lanza en el costado.

Nunca prima la amargura 

en esta extensión ubérrima 

y así prosigue libérrima 

la vida por la llanura 

igual que el aura en su altura,

en su vuelo soberano 

y el arroz de níveo grano 

se proyecta al firmamento 

como el más sacro alimento 

del pueblo dominicano.-