La semana pasada fue muy caldeada con relación a una decisión emitida por la Suprema Corte de Justicia, respecto a una condena en indemnización a daños y perjuicios en contra de un galeno, por la infección sufrida por un paciente que terminó perdiendo una pierna en el Hospital Ney Arias Lora.
A raíz de esa condena se han dado reclamos de parte del Colegio Médico Dominicano (CDM), en las afueras del edificio de la Suprema.
Nos sorprendió sobremanera esta postura del gremio médico, porque, ¿Cuál mensaje querían o quieren enviar hacia la población? De antemano, no será visto de forma positiva, porque lo que le están diciendo es que están dispuestos a defender todo aquello que no sea la seguridad en cuanto a salud de los pacientes. O que se estaría en defensa de aquellos galenos que no cumplen con los protocolos, ni las directrices de todo un profesional.
No es posible que un gremio, sea cualquiera que sea al que agrupe, pueda emitir un mal mensaje, buscando defender a todo tipo de profesionales.
La sociedad debe tener la confianza de que sus gremios de profesionales, sea el de abogados, ingenieros, arquitectos, médicos, entre otros; sean instituciones que no ofrezcan respuestas que lleven tranquilidad y respeto. Es por situaciones como la que hemos indicado más arriba, que han quitado peso a estas entidades. No puede defenderse a quien viola normas contra pacientes o clientes, sea cual sea el sector.
¿A qué clase de profesionales están dispuestos a defender los gremios? Porque en el caso planteado, no ha sido la decisión obra de un solo juez o magistrado, al llegar a la Suprema, pasó por una Corte Penal y por un Juzgado de Primer Grado. O sea, que fue bastante ponderado antes de llegar a la más alta instancia.
Entonces, no puede convertirse el gremio médico en una institución que está por encima de la Ley o de todos los demás miembros de esta sociedad, que podemos ser objeto de cualquier sanción o pena, si hemos cometido una acción inadecuada o con negligencia. No es diciéndoles asesinos o delincuentes a los galenos, porque aquello que hace honorable, decente y respetable a un ser humano, no es su profesión, sino sus acciones.
Debe ponderar con sabiduría y mesura, el Colegio Médico Dominicano, al llevar a cabo acciones de esta naturaleza o protestar, cuando ha habido un juzgamiento por tribunales con decisiones amparadas en razones jurídicas valederas.
No deben proteger a los centros públicos o privados, ni a galenos que no han tomado las previsiones de lugar para evitar malas prácticas, irregularidades o negligencias que llevan muerte o pérdida de órganos o miembros de seres humanos. Cuidado a quiénes se defiende como gremio.