Claro que se puede

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José Jordi Veras Rodríguez.

Hace poco, tuvimos una conversación con jóvenes y la verdad que no dejó de preocuparnos, por el sentir que tenían sobre cómo ven su país y entender que les causa ruido todo el desorden con el que vivimos y muchas veces que las oportunidades no son tantas como las que ellos desearían, viéndose hacia el futuro. 

Por igual han dejado de creer en gran parte de la manera en que se acciona en política. Dudan que muchos de éstos actores puedan crear las condiciones de  transformar esta sociedad.  Nosotros, como padres, debemos pensar más en nuestros jóvenes y ver el camino que van a transitar, y hacer nosotros, nuestro mejor esfuerzo,  actuando apoyando a los valores.

Algo que sí pudimos notar, fue su gran preocupación y claridad que poseen, respecto al tema de la educación en sentido general.  Lo que ven en el tránsito; o en el Medio Ambiente; respecto a los prejuicios que aún se tienen  en diversos temas. 

Nos expresan su sentir sobre la corrupción y la impunidad que ha reinado en nuestro medio social.  El poco respeto que se tiene por la autoridad.  Y es por esto que debemos insistir en que a través de los ejemplos son las mejores maneras de llevar a ellos.

Es por esto, que les mencionaba sobre una gran referencia, que este año termina una labor al frente de una institución que hacía tiempo requería de buenos mensajes. Nos referimos a la Procuraduría General de la República, y del trabajo encomiable que ha realizado en estos casi cuatro años, doña Miriam German, para poder conllevar diversos equipos hacia objetivos, como mejorar la imagen del Ministerio Público y devolver la confianza a la cabeza de esa institución.

Ella nos ha demostrado que sin importar los embates recibidos de forma desconsiderada, ha podido lograr lo impensable.  Que se haya podido encauzar en menor o gran medida, casos que solamente en la mente o en el deseo, se podían imaginar que fuera posible, independientemente de cuál sea su desenlace.  Y esto ha redundado en otros espacios a nivel nacional.

Ha podido llevar mayor dignidad a la labor de quienes ejercen esta dura tarea que es enfrentar y prevenir el delito, y crear en cierta manera, la política en contra del crimen y la delincuencia.

La imagen que hoy vemos desde la Procuraduría, es muy diferente a la que se tenía antes de su nombramiento hace cuatro años.  Quienes confiamos y aplaudimos su designación, nos sentimos satisfechos y orgullosos de su trabajo, y saber que ha impregnado un gran ejemplo, camino y referencia, para todo el que asuma su posición, o cualquier otra al frente de una institución del Estado. 

A los jóvenes de este país, les animamos para que asuman muestras de vida como la de doña Miriam, y no la de aquellos, que dejan manchados sus pasos con las huellas de la deshonra y la desvergüenza. ¡Claro que se puede, muchachos!