Cesen los actos que buscan reducir a Haití en ruinas

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“No romperá la caña doblada, ni aplastará la mecha frágil que está por apagarse. Él proclamar la justicia en verdad”(Is.42, 3)

Queridos hermanos y hermanas,

1. Nosotros, los Obispos de la Iglesia Católica en Haití, les saludamos con las palabras de Esperanza del Profeta Isaias que habitan en nuestro corazón de Pastores de Dios para nuestro querido Haití: “Ya no se oirá hablar más en tu país de violencia, de saqueos, ni de ruinas dentro de tus fronteras. Tú llamarás tus muros, Salvación, y tus puertas a alabanza”(Is.60, 18).

     2. Este sueño de un país sin violencia nos hace elevar la voz para demandar el cese de los actos que buscan reducir a Haití en ruinas y cenizas. Fente a la atrocidad Delirante ante la cual nuestro país está a la mira –homicidios, ajustes de cuenta, caza de brujas, escenas de saqueos y otros actos de violencia– expresamos nuestra viva preocupación y nuestro dolor, siguiendo al Papa Francisco que se encuentra muy cerca del pueblo haitiano.

3. Durante la oración del Ángelus del domingo 10 de marzo 2024, en la Plaza San Pedro de Roma, el Santo Padre ha invitado “A orar a la Virgen del Perpetuo Socorro para que cese roda forma de violencia, y para que todos ofrezcan su contribución y así hacer crecer la paz y la reconciliación en el país, con el apoyo renovado de la Comunidad Internacional”.

4. La Conferencia de Obispos Católicos de Haití se inscribe en la línea y la perspectiva de este nuevo llamado para poner fin a las violencias en Haití, por la paz y la reconciliación, nuevamente lanzado por el Papa Francisco. Nosotros, animamos los esfuerzos de todos los sectores y de todas las fuerzas vivas de la Nación, en vista a encontrar un desenlace a la crisis actual, y restablecer la paz y la seguridad, para todos los hijos y todas las hijas de la Nación Haitiana, dotando al país de una forma de gobierno inclusivo de transición.

5. Para poder  guardar la distancia moral que le permita realizar su misión profética, *La CEH no ha enviado a nadie para representar la Iglesia Católica dentro del Consejo Presidencial ni de ninguna estructura de gobierno. No obstante, deseamos que los portavoces, representantes voceros en curso traten  sobre un verdadero entendimiento patriótico inclusivo y durable por el interés de todo el pueblo haitiano, que aspira tanto a la paz y a un bienestar.

6. Esperando la puesta en marcha de los órganos institucionales que deben llevar a término la transición, invitamos a todos los haitianos, sin distinción, a no alimentar la violencia, pues  “la violencia engendra violencia, el odio engendra más odio, la muerte más muerte”

  Cada destrucción nos retrocede a retardar a Haití en su marcha hacia el progreso que todos deseamos. “Cada muerte violenta cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como persona,” Papa Francisco. Pongamos pues fin a estos actos violentos que engendran muchos sufrimientos.

7. Que la Bienaventurada Virgen María, que nosotros en Haití, invocamos con la Advocación del Perpetuo Socorro, venga en nuestra ayuda, y que, por su intercesión, Dios nos levante y nos libre del mal!.

Dado en Puerto Príncipe, el 18 de marzo 2024.

Traducción libre por el francés Julin Acosta