Celebramos la belleza de la flora y la fauna salvaje.
La fauna salvaje (silvestre), es aquella cuya vida no depende de variables controladas por el hombre y viven en libertad.
Las acciones humanas afectan el estado salvaje y silvestre de una especie: La captura para domesticar, la invasión de su espacio o hábitat con incendios, tala o desalojo de las especies de flora que le sirven de alimento, la invasión de su espacio con especies exóticas, la contaminación ambiental y el cambio en el uso de los suelos, entre otras razones..
Por cada individuo de ave en cautiverio perdemos: un controlador de plagas, un polinizador, un dispersor de semillas, un reciclador de nutrientes o un consumidor de carroña. Servicios ecosistémicos naturales, sin costo para el hombre y con el agregado del disfrute de su canto y belleza.
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Los “cuatro ojos” del endemismo nos hablan,
nos reconocen; entienden de amenazas y de extinción.
¿Sabes tú como huele un nido de juliana cuando arde?
O una cueva de barrancolí cuando un bulldozer le aplasta?
Los “vireos” están testimoniando el “viraje” del orden natural,
estamos apagando la música.
¡Pronto nos ensordecerá el silencio!
Fotos: Reserva científica Villa Elisa. (SINAP)
Barrancoli (Todus subulatus)
Julian Chivi. (Vireo altiloquus)
Ciguita Juliana (Vireo nanus)
Cuatro ojos (Phaenicophilus palmarum)