Un ejemplo de esperanza 

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José Jordi Veras Rodríguez.

Es verdad que el tema, luego de las elecciones, fue la gran abstención que se tuvo en las grandes demarcaciones que tenemos en el país. Y uno de los reclamos que se han hecho es que los jóvenes deberían tener mayor participación y activarse en la política. Un hecho que deben en su oportunidad analizar, oposición y oficialismo, porque se ha cuestionado la legitimidad del sistema.

En esta ocasión, para las elecciones recién transcurridas, tuvimos la oportunidad de conversar y entrevistar a una gama de jóvenes y nuevas caras, que decidieron dejar la apatía y arriesgarse a realizar política partidista.

Una de esas nuevas exponentes, fue la joven de apenas 20 años, de nombre  Amelia Santana, por la Circunscripción 3, que es prácticamente toda la zona Sur de Santiago. Si bien ella no resultó gananciosa por el Partido Opción Democrática, su participación en todo el tiempo de la campaña y cuando tuvimos la ocasión de entrevistarla, al final, nos impresionó el nivel de madurez en pensamiento y criterio, sobre su conocimiento en la labor como regidora, que era el cargo al cual aspiraba.

Tenía un verdadero dominio sobre las ejecutorias que pretendían impulsar desde el Consejo de Regidores. Una mente preclara sobre lo que es el papel y la responsabilidad ciudadana. Una mujer que a todas luces le brotaba el peso de un gran valor como ser humano, aprendido del hogar y de las lecciones de sus padres. 

Es plausible cuando podemos ver talentos de esta naturaleza, que pueden mostrar sus preocupaciones como ciudadanos y ser empáticos ante la situación social que viven sus conciudadanos y querer aportar ideas y proyectos en ese sentido, pero de forma ostensible y real.

Como indicamos, si bien no salió gananciosa con el cargo al cual aspiraba,  aquellos que tuvieron la oportunidad de dialogar y conocer sus propuestas, sentimos un gran orgullo al saber que una joven dominicana, se preocupa de temas sensibles e importantes para la ciudad y la comunidad que pretendía representar. 

Y nos indica que como ella, hay muchos otros que tienen los mismos ideales y principios. Y nos dice, además, que existe una masa de jóvenes que no son los que viven apáticos o indiferentes ante la realidad que está viviendo su país, desde el punto de vista institucional, social, económico, y político.

En un país, donde a cada momento escuchamos que supuestamente, los jóvenes no se motivan o no opinan sobre los asuntos neurálgicos, ver esta joven, con tanto entusiasmo e interés por cada aspecto que trataba y la manera en que lo abordaba, nos indica que tenemos esperanza y que debemos seguir alentando que la tierra se haga fértil para que pueda ser terreno viable para el crecimiento de nuevas caras, ideas, pensamientos, y actitudes, que de alguna manera nos brinden una mejor nación que aquella en que hoy solamente estamos padeciendo, pero disfrutando.