Es deber de los partidos
por respeto a los votantes
llevar buenos postulantes
serios y comprometidos
moralmente revestidos
de una conducta intachable
de proceder responsable
tan honesto cual capaz
y no un sujeto rapaz
socialmente impresentable.
Demanda la sociedad
una buena selección
y después en la elección
sufragar sin ansiedad
sabiendo con propiedad
que son probos candidatos
porque conocen los datos
de su limpia trayectoria
vertical y meritoria
que ejercerán sus mandatos.
Además de ser honesto
deberá ser competente
cuando sea el incumbente
de alguna curul o puesto
pues podría ser funesto
para la buena gestión
si el señalado en cuestión
no cumple su cometido
será culpa del partido
por presentar un histrión.
Pero, por lo que se ha visto
no pidan peras al olmo
que se pasaron del colmo
y como estaba previsto
ya tienen su circo listo
para otra gran función
donde venderán ficción
con engañosos mensajes
cuestionables personajes
que afrentan a la nación.-