Hermanas del Perpetuo Socorro llegaron al país en 1948

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En agosto cumpliran 131 años de presencia amorosa y compasiva en la Iglesia

Nuestra Congregación nació en San Damián de Bellechasse, en un pequeño pueblo de la Provincia de Quebec, Canadá, el 28 de agosto de 1892.

¡DIOS PROVEERÁ! Grito de fe audaz y de filial abandono, que se escapa del alma de la humilde Congregación al salir del seno materno de la Divina Providencia, como afirman nuestras constituciones.

La fundación en República Dominicana fue la primera misión ad extra, el lugar escogido por la Providencia para plantar el CARISMA DE COMPASIÓN Y MISERICORDIA de la Congregación en la ciudad de Santiago de los Caballeros; ahí tuvo su origen la Congregación en el país, y donde tiene la sede principal.

El 20 de octubre 1948, en el Vapor “Borinquen”, en compañía del Padre René Bouchard MSC, llegan cuatro hermanas al Puerto de Santo Domingo; para iniciar una nueva misión, en la parroquia N.S. de Altagracia de Santiago de los Caballeros.  Sor María de la Asunción, Sor Susana (Loretta Poliquin), Sor Emery Pepín y Sor Bernarda de Sito. Estas mujeres dejaron todo para insertarse en nuestra realidad dominicana, la cual hizo posible que otras jóvenes conocieran nuestro carisma de compasión: “Revelar al mundo de hoy la presencia amorosa y compasiva de Dios en nuestras vidas y el Socorro Perpetuo de María”, con el lema: Dios proveerá, y una opción preferencial por los pobres legado de nuestros fundadores, José Onésimo y Virginia Fournier.

El 28 de agosto del 2023 celebraremos 131 años, que nuestros fundadores, nos dejaron como herencia la vida apostólica, pastoral parroquial y educativa, atención a los niños y ancianos desamparados, la promoción de la mujer, entre otras obras.

Hoy seguimos siendo presencia amorosa y compasiva que anima y acompaña el caminar de la Iglesia, junto a nuestros agentes de pastoral, docentes, catequistas, y nuestra familia espiritual, Asociación Perpetuo Socorro, (APS).

Nuestra Orientación Capitular nos pone en esa tónica de seguir los impulsos del Espíritu y dejarnos tocar por los sufrimientos de nuestro mundo, como lo hizo Jesús y nuestros Fundadores, ¨… Ve y haz tu lo mismo¨ (Lc 10,26-37). En sintonía con la Iglesia queremos caminar desde la Sinodalidad, en comunión, participación y misión, viviendo la fraternidad y la interculturalidad, sostenidas en la fe y la esperanza, confiando plenamente en la Divina Providencia.

Todo es gracia en las manos de Dios. Como lo afirma San Pablo, “Te basta mi gracia, pues mi poder se perfecciona en tu debilidad”.  2 Corintios 12,9.

Damos gracias al Buen Dios, Padre Providente y a nuestra Madre del Perpetuo Socorro por su continua protección.

De igual modo, a nuestra querida Iglesia Dominicana con todos los Obispos, sacerdotes, diáconos y Congregaciones Religiosas, por su cercanía, apoyo y testimonio, en nuestra labor pastoral.  Dios derrame grandes bendiciones sobre ustedes, y nuestra Madre del Perpetuo Socorro les acompañe e ilumine ante los desafíos en la realización de nuestra misión.  El Dueño de la Mies envíe muchas vocaciones para hacer visible su Reino.