Se unen dos corazones
por el vínculo amoroso
sentimiento tan hermoso
que purifica pasiones
prescindiendo de razones
(con sus cálculos tan fríos
cautelosos y sombríos)
donde priman conveniencias
o posibles consecuencias
de tempranos desvaríos.
Es el triunfo del latido
con su fuerza colosal,
profunda y universal
que al altar ha conducido
para allí ser bendecido
en sagrada comunión
propiciando que la unión
sea eterna y llevadera,
comprometida y sincera
hasta dar la extremaunción.
Y el primer retoño brota
en la casa que florece
entre el cariño ya crece
por ser familia devota
manantial que no se agota
en su rol inacabable
discurriendo imperturbable
cual corriente hacia la mar
que nada ha de diezmar
en su tránsito incansable.
Y entonces … ¿cómo es posible
que de un vínculo tan fuerte
haya cambiado la suerte
del hogar inconmovible?
¿Que tornó en aborrecible
vivir bajo un mismo techo
compartir comida y lecho
soñando con el futuro
y un percance prematuro
arruinó todo lo hecho?
Debe haber explicación
aunque el sentido no alcanza
qué ha inclinado la balanza
hasta la dislocación
y cuál la equivocación
que generó sufrimientos
destruyendo los cimientos
de aquel idílico templo
el mismo que fuera ejemplo
de amor y de sentimientos.-