Abinader y 100 días

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Como era de espe­rar, al acercarse los primeros cien días de gobierno, el presidente Abinader habló a su pueblo, la sexta vez en tres meses, para dar cuenta de sus realizaciones y de los planes. Como era de esperar, tuvo una especial dedicación al tema de la pandemia y a la recupera­ción económica. A la inversión en los proyectos econó­micos que están en proceso. De sus muchas visitas a dife­rentes provincias y zonas del país. Dejó para otro momento el tema de la corrupción y la judicialización de la corrupción. Hemos de dejar para más adelante, después de enero, mayores definiciones sociales y políticas, comenzando por el presupuesto y los medios de financiación del presupuesto, es decir, de los impuestos. Vamos a ver.

 

“Pa’ la pelota.”    Hemos jugado con pelotas de hilo, de goma y duras, guantes de lona, palos de escoba, tapitas de botella, placas de carro, con blandito y con duro y cien formas más y nos hemos divertido. Ahora nos tocará jugar sin fanáticos presencia­les. La gracia, lo entrete­nido y divertido de ir “pa’ la pelota” pierde en gran parte su encanto, pero a los peloteros, a los fanáticos, a los vendedores y a los dueños de equipos nos tocará hacer de tripas corazo­nes y divertirnos frente a la televisión, ya sea en la casa o en el colmadón de la esquina.

 

Perú, ¡oh Perú! Hace buen tiempo venimos viendo cómo el Perú se debate en una inestabilidad política que olvida su pasado de pensa­mientos y luchas sociales y vive unas alternancias en el poder sin mayor trascendencia. En cambio, para muchos, Perú fue la rebelión de Tupac Ama­ru en 1780, fue el pensamiento social de José Carlos Mariá­tegui (1894-1930), fue Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979) y el APRA (1924).

Pero hace ya buen tiempo, diríamos que desde 1990, el autoritarismo, el populismo y la corrupción (muy en particular de ODEBRECHT) han ido socavando sectores de la po­blación y del gremio político que quita y pone gobernantes sin ningún objetivo de bien para su pueblo. Seis presiden­tes han sido acusados de co­rrupción. Como que se ha perdido la vergüenza y el respeto.

En estos últimos días hemos visto, con tristeza, la deposición de un presidente y a los pocos días la renuncia de su su­cesor provisional y de nuevo la selección de otro  presidente provisional.

 

Cristo Rey. El domingo 22 es fiesta de Cristo Rey. Ya los fariseos del tiempo de Jesús y nosotros hoy nos preguntamos cual será ese Reino y donde estará. Jesús les dijo a los fariseos que le cuestionaban: “El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque el reino de Dios está entre vosotros” (Lucas 17, 20-21). El prefacio de Cristo Rey nos lo explica, el Reino de Dios es “un reino eterno y universal, el reino de la verdad y de la vida, el reino de la santidad y la gracia, el reino de la justicia, el amor y la paz.” Que se haga en nosotros y que nosotros lo compartamos.

 

Una escuela en el contén.  Ya se sabe, es de persona sincera, que poner a funcionar la escuela en estos tiempos de pandemia, de letal contaminación, no es nada fácil y que se demanda de mucha imaginación y disposición para salir adelante. Se sabe que radio, TV y recurso digital de por sí sólo será de resultado algo precario.  Pero fíjense en la foto, estos muchachitos de un barrio de Doña Ana, Yaguate, sentados al borde del contén, con  celular a mano, han convertido el contén en una escuela.

 

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