Influencia de la tiroides en la depresión

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ALGO MAS QUE PSICOLOGIA

Sé miserable. O motívate a ti mismo. Lo que sea que se tengas que hacer, que siempre sea tu elección.  Wayne Dyer.

La tiroides es una glándula que tiene for­ma de mariposa. Se ubica en la parte infe­rior del cuello, fabrica hormonas (T3 y T4) que cumplen funciones importantes para el me­tabolismo, como todos los órganos de los siste­mas cardio­vasculares, músculo-esque­lético y sanguíneo funcionen con normalidad.

El normal funciona­miento de la glándula tiroidea es un pre-requisito para que el cerebro funcione adecuadamente. Existe una correlación entre el eje hipotálamo- hipófisis-tiroides, la depresión y los tras­-tor­nos afectivos. En torno a ello, se han rea­lizado múltiples estudios.

Según un estudio sobre la prevalencia de la enfermedad tiroidea en los Estados Unidos, casi un 10% de la po­blación presenta alguna alteración de tiroi­des aún no detectada. La incidencia era más des­tacada en mujeres que en hombres y una parte significativa de ellas presentaba tras­torno depresivo.

El Journal Thyroid Research, hace refe­rencia que casi el 40% de personas con diagnostico de tiroides hipo­activa o hipotiroi­dismo corren riesgo de ex­pe­rimentar en algún momento depresión.

Los pacientes con hipotiroidismo presentan un riesgo potencial para los trastornos de­presivos, con una pro­babilidad del 75% de padecer depresión ma­yor, siendo el sexo fe­menino cinco veces más afectado. Talaei, Rafee N, Rafei y Chehrei (2017)

Estudios realizados en varios países valoran la función tiroidea en los consultantes am­bulatorios de centros de atención psi­quiátrica, encontrando una íntima vinculación con episodios de de­presión y crisis de pánico, afectando principal, aunque no exclusiva a mujeres. Abdala (2017).

Chaudhary y cola­boradores (2014), en­contraron que las hormonas tiroideas modulan la actividad neuro­nal, por lo que su dé­­fi­cit conlleva a la dismi­nución de su función y como consecuencia a la alteración de los estados anímicos.

Durante más de 125 años se ha reconocido que la enfermedad ti­roidea puede dar lu­gar a depresión, los cuales pueden corregirse me­diante el restableci­miento de la función tiroidea normal.  Feldman y cola­boradores (2013).

Si siente cansancio extremo, piel seca, mu­cho frio, dificultad de concentración, problemas de memoria, cambios de ánimo, con tendencia a la tristeza y ha ganar peso, pueden ser síntomas de una alte­ración de tiroides.

 

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