Como ovejas sin pastor

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Hoy Jesús relata el caso de gen­tes “extenuadas y abandonadas, –como ovejas que no tienen pastor–”. Jesús nos alecciona: una comunidad humana sin liderazgo responsable que vele por el bien común, cae presa del abuso y se desanima al verse abandonada.

Todos nos animamos con las realizaciones empresariales en Punta Cana. A lo largo de los años, un grupo familiar con tesón y visión ha puesto a valer las playas. Con su gestión han florecido hoteles, res­taurantes, mini empresas de transporte, turismo, golf, pesca, comercios y los impuestos oficiales. Así pudieran progresar otros aspectos de la vida ciudadana.

Los partidos políticos hacen y deshacen, porque la ley no los pastorea. Necesitamos que la ley de partidos impida los abusos, la compra de votos y favorezca la elección de líderes responsables. Hace falta que se exija la rendición de cuentas honesta de los fondos recibidos y gastados.

Segundo, uno de los graves pro­blemas en las carreteras lo constituyen los vehículos pesados, que se empeñan en transitar por el carril izquierdo. De esa forma, para rebasar, obligan a los carros, a rea­lizar rebases de zi-zag, maniobra que aumenta el riesgo de accidentes. Si las autoridades responsables obligaran, como lo estipula la ley, a los vehículos pesados a transitar por la derecha en las carreteras, ¡estrenaríamos con gastos pequeños nue­vas carreteras más seguras y eficientes! Pero eso no ocurre. Hay vehículos pesados que salen de Santiago por el carril izquierdo y así mismo llegan a la Capital, ante la cómplice pasividad de las autoridades, tan activas para cobrar im­puestos, tan pasivas para salvar vidas. Dicen que relativamente,  somos el segundo país con el mayor índice de accidentes mortales de tránsito del mundo.

Respecto de los partidos y del tránsito, andamos como ovejas sin pastor, en dominicano: chivos sin ley.

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