El ejemplo está en Jesús  

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Hace unos días conversaba con una alguien a quien tengo gran estima, me contaba de la decepción que sentía al observar el comportamiento de personas que aun recibiendo tanto no son empáticos con el que necesita, dando así la espalda y asumiendo que ese no es su problema. Me decía, además, de tantas veces que ha sentido el deseo de vivir lejos en una montaña, no por las personas en sí, sino por su falta de humanidad.

Mientras me hablaba vino a mi mente la imagen de Jesús y muchos episodios de su paso entre la gente; conoció personas egoístas, avaros que solo se preocupaban por sus necesidades, como ejemplo puedo citar a Saqueo, cobrador de impuestos. No es difícil recordar su historia de vida, aunque lo mejor que le pasó estuvo al final y eso me hace confirmar la frase: “La persona no es como comienza, sino como termina”

Entiendo que es difícil para nosotros comprender por qué resulta casi imposible lograr en los demás ese sentimiento de “dar hasta que nos duela”, sin embargo, querer alejarnos no es la solución. El ejemplo está en Jesús que pese a la maldad de muchos de los que le rodeaban seguía dando testimonio de amor incondicional cuando perdonaba, curaba, liberaba… en fin cumplía su misión de entrega.

Es por esto por lo que viendo su ejemplo, pienso que desistir no debe ser una opción, debemos continuar dando lo mejor, ofreciéndonos, entregándonos con amor a lo que hacemos, siguiendo siempre el ejemplo de Jesús.

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