15. Con el perdón de los pecados Jesús nos regala su paz a través de los Ángeles 

0
301

El evangelio de este domingo nos presenta un pasaje que resalta la conexión entre el perdón de los pecados, la paz que Jesús nos ofrece y la presencia de los ángeles como mensajeros divinos. En este relato, Jesús se aparece a sus discípulos después de su resurrección, les ofrece paz y les explica la importancia del arrepentimiento y el perdón.

Imagina a los discípulos reunidos, atormentados por la tristeza y la confusión tras la crucifixión de Jesús. En ese momento de desesperación, Jesús se les aparece y les saluda con las palabras “Paz a vosotros”. Esta declaración no solo es un saludo común, sino un regalo divino que trae consuelo y restauración a sus corazones atribulados.

En este pasaje, Jesús les habla sobre el significado de su muerte y resurrección, destacando la necesidad del arrepentimiento para el perdón de los pecados. Él les asegura que este mensaje debe ser predicado en su nombre a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Aquí vemos cómo el perdón de los pecados y la paz que Jesús ofrece van de la mano con la responsabilidad de difundir este mensaje transformador al mundo.

La presencia de los ángeles como mensajeros divinos se manifiesta a través del encargo que Jesús les da a sus discípulos. Los ángeles no solo son testigos de este encuentro, sino que también simbolizan la conexión entre el cielo y la tierra, llevando consigo el mensaje celestial de perdón, paz y redención.

En nuestra propia vida, podemos encontrar ejemplos de cómo el perdón de los pecados nos regala la paz a través de la influencia sanadora de los ángeles. Imagina a una persona que ha vivido atrapada en un ciclo de remordimiento por sus errores pasados. Al buscar el perdón con sinceridad y abrir su corazón a la gracia divina, experimenta una sensación abrumadora de paz interior, como si una luz celestial iluminara su camino.

El evangelio de Lucas nos recuerda que el perdón y la paz son dones preciosos que Jesús nos ofrece. A través del arrepentimiento sincero, encontramos consuelo para nuestras almas y somos llamados a compartir este regalo con otros. Los ángeles nos rodean con su influencia amorosa, recordándonos que somos amados, perdonados y guiados hacia una vida plena en comunión con lo divino.

Ángeles de Dios, siguen inspirando a los que están lejos de Jesús y su perdón. Que vuestra influencia en esta búsqueda nos ayude a abrazar la paz que Jesús nos ofrece y ser mensajeros del amor redentor en nuestro entorno. Amen.