A mis amigos de siempre

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En cualquier día del año 

resulta gratificante 

poder ver por un instante 

mis compañeros de antaño 

a esos que tanto extraño 

y volver a esos momentos 

de los que hacemos recuentos

siempre que nos encontramos 

e igualmente disfrutamos

compartir los sentimientos.

Recorrimos un buen trecho 

del camino de la vida

algo que nunca se olvida

y atesoro aquí en mi pecho 

hasta que llegue hasta el lecho 

poniendo punto final 

a la etapa terrenal

quedando sólo memoria

como individual historia 

de esta pieza racional.

Anécdotas, situaciones

nuevamente recreadas

porque quedaron guardadas

en los viejos corazones 

y esas evocaciones

nos devuelven la sonrisa

que disfrutamos sin prisa

a fondo y de forma lenta 

porque el reloj ya no cuenta

y lo que viene no avisa.

Tras renovar los afectos 

se fortalecen los lazos 

en efusivos abrazos 

a los amigos dilectos

con recíprocos efectos 

como valioso legado 

que recibe con agrado

toda nuestra descendencia 

como magnífica herencia

porque es vínculo sagrado.-