Por: Isabel Valerio Lora, Msc.                  Email:isabelvlora@gmail.com

“En el sueño se revela el problema vital de un individuo en forma simbólica”. Alfred Adler.

Los terrores nocturnos son uno de los trastornos del sueño conocidos como parasomnia o experiencia no deseada durante el descanso, son frecuentes en la infancia, se producen durante la fase más profunda del sueño. En ellos el niño sufre episodios de miedo intenso, gritos y agitación del cuerpo mientras duerme, puede despertar  de manera brusca, aterrorizado y confundido, no recordando nada de lo sucedido al día siguiente. (Maset, 2020).

 Los terrores nocturnos tienen lugar durante el primer tercio de la noche el niño puede llegar a gritar, a llorar de manera inconsolable, patear o golpear con violencia a su alrededor, también puede llegar acompañado de episodios de sonambulismo.  Pueden presentar transpiración excesiva, el rostro ruborizado, frecuencia cardiaca irregular y pulso acelerado, aumento de la frecuencia respiratoria y pupilas dilatadas.

Cuando un niño sufre episodios de terrores nocturnos, le es difícil despertar, evite despertarlo de forma brusca. Cuando despierte, puede ser incapaz de responder si se le habla. Mantenga la calma, su angustia puede generar intranquilidad a su hijo. Acérquese con suavidad y encienda una luz tenue en la habitación. El niño suele  asociar la luz con el bienestar mientras que la oscuridad suele asociarse con malestar y puede desencadenar una fobia a la oscuridad, no intente razonar con él y céntrese en velar por su seguridad. Abrácelo o tómelo de la mano hasta que  se calme y vuelva a dormir.

Para evitar los terrores nocturnos:

  • El niño debe seguir una correcta higiene del sueño, ya que su  privación o los horarios irregulares de descanso son posibles desencadenantes de los terrores nocturnos.
  • Cree una rutina a la hora de acostarse para dormir que sea sencilla y relajante.
  • Evite que utilicen dispositivos electrónicos dos horas antes de acostarse.
  • No permitir que su hijo se quede despierto hasta muy tarde.
  • Reduzca el estrés en el niño.
  • Vigile el contenido que ven los niños en determinadas películas o series, evite que los contenidos no sobrepasen su capacidad de comprensión.
  • Algunos casos requieren asistencia psicológica para gestionar el estrés y afrontar los episodios.

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