Por: Isabel Valerio Lora, MSc.             Email:isabelvlora@gmail.com

‟La impaciencia por dormir, a menudo afecta el sueño‟. Autor desconocido

El sueño es un proceso fisiológico  vital para nuestra salud integral. Exponernos a  luz artificial por la noche y llevar un ritmo de vida  acelerado aumenta la prevalencia de los trastornos de sueño. La privación de sueño se asocia con un deterioro de las funciones cognitivas.

Las funciones cognitivas son aquellos procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tarea. Hacen posible los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información. Las funciones cognitivas más importantes son la atención, la orientación, la memoria, las gnosias, las funciones ejecutivas, las praxias, el lenguaje, la cognición social y las habilidades visoespaciales.

La privación de sueño puede comprometer la velocidad psicomotora y cognitiva, la atención ejecutiva, el estado de alerta, la memoria de trabajo y otras funciones más complejas. (Carratalá, 2022).

De manera general nos encontraremos más lentos al realizar tareas específicas, cometemos errores por omisión (olvido) o de comisión (desempeñar mal un proceso) al tener alterada la atención, se  altera la memoria a corto plazo y se reduce la capacidad para la multitarea. Como resultado se produce una reducción de la capacidad de aprendizaje y se tiene  más dificultades para resolver problemas, para encontrar soluciones. Si la tarea a realizar  tiene corta  duración, puede ser que la hagamos bien, pero según  aumenta el tiempo de ejecución de la misma, empiezan a aparecer los errores.

Las personas que tienen una mala calidad del sueño o que pasan muchas horas en la cama sin conseguir dormirse tiene un 24% más de posibilidades de sufrir deterioro cognitivo según han informado los investigadores en la revista Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry. El riesgo se incrementa entre aquellas que duermen menos de cuatros horas diarias o superan las 10 horas, según el doctor Wei Xu de la Universidad de Qingdao en China.

Para evitar el deterioro de las funciones cognitivas provocado por la falta de sueño,  la doctora Sonia Carratalá Monfort, especialista en Psiquiatría y vocal de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño recomienda priorizar el sueño, respetar el número de horas de descanso (que no son las mismas para todas las personas) e intentar mantener horarios regulares a la hora de irse a dormir y levantarse.