Una conducta malsana 

no superada de antaño

inútil y que hace daño

a la sociedad humana

práctica cruel y villana

que deja profunda herida 

a quienes va dirigida

porque el bullying o el acoso 

tan ruin como molestoso 

es marca que no se olvida.

Desde la temprana escuela

hasta la universidad 

no importa cuál sea la edad 

esta malicia se cuela

produciendo una secuela

incluso de depresión 

por la constante presión 

de una burla persistente 

usualmente consistente

en malévola expresión. 

Esa vil hostilidad

es saeta penetrante

dolorosa y humillante

que lastima sin piedad

absurda rivalidad

de quien es un fementido

sin razón y sin sentido

que se piensa superior 

pero late en su interior

un corazón resentido.

¿Qué se siente al ofender

sin razón a un semejante 

con altanería punzante

que debemos reprender?

Es ya tiempo de entender

que el agravio no ennoblece 

porque es cizaña que crece 

y al alma buena envenena

como una triste condena

que la vida no merece.-