Más de 300 Sacerdotes van a los pies de  Nuestra Señora de la Virgen

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En Higüey

Cada año la Comisión Nacional de Pastoral Presbiteral organiza un encuentro nacional para todo clero. Es una actividad que se realiza con motivo de la fiesta de Jesucristo Buen Pastor, el IV Domingo de Pascua. Es un encuentro fraterno de los sacerdotes de nuestra Iglesia dominicana. 

Esta actividad, como tantas otras, no la pudimos realizar a causa de la pandemia durante dos años, pero este año por motivo de la celebración de los cien años de la coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia decidimos hacerlo el 10 de mayo, en el Santuario de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, siendo este el lugar más oportuno para realizar este encuentro. 

La invitación fue acogida por los obispos y sacerdotes de las diferentes diócesis del país. Muestra de esto fue la participación de más de trescientos sacerdotes diocesanos y religiosos de diferentes comunidades, y doce obispos que participaron. Fue un acontecimiento que nos llenó de mucha satisfacción y alegría al ver cómo se manifestó la fraternidad y la comunión sacerdotal en la casa de la Madre.

 Iniciamos a las 10:00 A.M., en la parroquia san Dionisio, uno de los templos más antiguos, recién restaurado de forma hermosa por el colorido y las imágenes. Desde ahí partimos en procesión hacia la Basílica. La procesión parecía interminable, algo que causó una gran impresión en el pueblo, al ver tantos sacerdotes juntos, en un ambiente de recogimiento y reverencia. Al llegar a la Basílica iniciamos el cenáculo mariano coordinado por el Movimiento Sacerdotal Mariano. 

En el momento del cenáculo, y de la adoración al Santísimo, se creó de manera espontánea un ambiente de silencio profundo, de recogimiento espiritual y de abandono en la oración. Concluido el cenáculo mariano pasamos a la celebración de la Eucaristía presidida por Mons. Francisco Ozoria, Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Santo Domingo. La homilía pronunciada por Mons. Carlos Tomás Morel, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, y presidente de la Comisión Nacional de la Pastoral Presbiteral, quien inició pidiendo a los sacerdotes ponerse de pies para honrar la memoria de los sacerdotes fallecidos, luego  pidió oración por los sacerdotes enfermos y en otras situaciones.

Luego dio gracias a los sacerdotes, a los obispos por el apoyo y al Mons. Jesús Castro. También a los sacerdotes de la diócesis de la Altagracia por la acogida y las buenas atenciones.

Luego invitó a los sarcedotes al presbítero a reflexionar sobre tres puntos partiendo del evangelio del día:

1-    La escucha a los fieles al estilo del Buen Pastor.

2-    El acompañamiento cercano y compasivo a los hermanos en la comunidad.

3-     La llamada a dar vida, el cual debe caracterizar la misión del pastor.

Al finalizar la eucaristía pasamos al momento del almuerzo, el cual fue otro momento en donde se manifestó la camaradería, el compartir, la alegría y la fraternidad sacerdotal. Esta manifestación de unidad sacerdotal en torno a nuestra Madre María de la Altagracia fue un gran signo de vida y esperanza de nuestra Iglesia dominicana. Les motivo para que sigamos orando por los sacerdotes, por el surgimiento de nuevas vocaciones, por la fidelidad, por la perseverancia y la santificación de los que ya han consagrado su vida al Señor.

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