Realidades y estractos
Por: José Jordi Veras Rodríguez
Siempre hemos escuchado, que los hechos nadie los derrite y no son como las palabras que se las lleva el viento, a menos que no se llevan a ejecución. Expresamos esto, porque ante lo que hemos estado viendo durante estos últimos años, en cuanto a la eficacia con la que ha trabajado un equipo desde la Procuraduría y ha sido capaz de enviar un mensaje, no solamente a la sociedad, sino hasta quienes pertenecen a esa institución de forma general.
Uno no recuerda, al menos en el corto tiempo, como tantas personas a través de las delaciones o confesiones, han sido capaces de admitir y de involucrar otros que estuvieron involucrados en delitos junto a ellos. Eso lo que deja entrever de primer plano, es el gran y arduo trabajo realizado por ese Ministerio Público, que ha decidido, no solamente luchar contra un fenómeno que está muy entronizado en el sistema social dominicano, como lo es la corrupción y que ha tenido su buena compañía de quienes han estado llamados a evitar o sancionar a quienes la llevan a cabo y han hecho de su cotidianidad, su normalidad.
A pesar de todo cuanto se haya podido indicar, de que es por persecución política o retaliación, lo primero es que olvidan, que al frente en la cabeza de dicha Procuraduría, se encuentra una mujer que ha demostrado a través de su carrera, que no la mueven hilos de ningún poder oscuro; que no tiene miedo; que ha sido responsable, ayer como juez y hoy como Procuradora; que no anida el rencor; no tiene interés en permanecer más allá del año 2024 y que protege la normativa. Entonces quien la acuse a ella o a la institución que dirige de ser instrumento politiquero, no la conoce.
Cada vez que vemos, que en un proceso de los que se han conocido en tribunales en estos casi tres años, que está dispuesto a negociar con el Ministerio Público, independientemente, de lo que pueda en el futuro, el órgano acusador, demostrar ante un tribunal, ya existe la realidad de que la teoría lanzada por la Procuraduría, ya tiene visos de realidad y que los hechos no son fruto de la imaginación de un o una fiscal.
Cada ciudadano en este país, debe estar consciente, contra qué se enfrenta el sistema, cuando uno de esos imputados está o estuvo vinculado con el poder, y más en un país en que la corrupción forma parte del sistema, como la sombra sigue el cuerpo. Y desmontar eso o atacar lo que representa, es como enfrentar un animal que nunca ha sido domado ni se le ha puesto freno alguno.
Entonces, mientras sigamos viendo un Ministerio Público, que respetando la normativa procesal, está dispuesto a seguir enfrentando toda violación a la ley, sin importar el color, nombre o posición social o política, económica o de cualquier índole; debe tener el apoyo de lo mejor de esta sociedad. Que tarde o temprano, sean los hechos que imperen por encima de las pasiones.
