A ella le escribí esta décima que dice así:

A Nidia “La Carbonera”

Un gran sombrero de guano

cubría del sol, la brisa …

su inolvidable sonrisa

y su lacio pelo cano,

con su ennegrecida mano

por el carbón vegetal

sujetaba al animal

que siempre la acompañaba

y con el cual entregaba 

su mercancía habitual.

Me era tan familiar

aquella cara tiznada 

pero siempre iluminada

con su halo peculiar

en su montura auxiliar

era siempre bienvenida 

y por todos acogida

en ese mi vecindario 

con su ajetreo ordinario

de aquella época ida.

Se me pinta una sonrisa

al evocarla también 

recordarla le hace bien

a mi memoria imprecisa 

la que hoy borra de prisa

el suceso cotidiano

quizás por ser tan cercano

o lo veloz de la vida

que no es ni parecida

a aquel ayer lejano. 

Fue Nidia “La Carbonera”

esa anónima heroína

que día a día trajina

con voluntad tesonera

levantando la bandera

de la laboriosidad

con valor, con seriedad

como la patria reclama

porque es ejemplo que Inflama

de honor a la sociedad.-