Fr. Miguel Ángel Gullón Pérez, O.P.

“Tierra de Dios”, así es como se conoce el paraje de La Culebra en la provincia de El Seibo donde los campesinos de la Asociación Mamá Tingó, los Peregrinos de El Seibo, siguen escuchando la voz de Dios: la promesa de la tierra que mana leche y miel que Dios promete a su pueblo es la verdadera promesa en la que creen: “y he decidido sacaros de la tribulación de Egipto al país de los cananeos, los hititas, los amorreos, perizitas, jivitas y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel” (Ex 3, 17). Es esta promesa divina la que les mueve a seguir luchando por su dignidad pues tienen fe que se cumplirá como siempre ha ocurrido con las promesas que Dios hace en favor de su pueblo.

Como no avanzó nada desde el cruel desalojo del año 2018 pese a las numerosas actividades de recordatorios, tanto al Gobierno pasado como al actual, se decidió tal como se había anunciado en el artículo anterior salir a caminar por segunda vez, la primera fue el 21 de octubre de 2019, hacia el Palacio Nacional. El día 21 de noviembre comenzó la travesía de 150 Km. durante 5 días desde Santa Cruz de El Seibo hasta Santo Domingo. Más de 300 campesinos salieron del Parque Duarte de Santa Cruz de El Seibo a las 6:00 de la mañana llegando a las 3 de la tarde a Hato Mayor del Rey. El martes se llegó a Consuelo siendo acogidos de forma maravillosa en la Casa Ascala por las Hermanas Scalabrinianas. “Villa Loyola” de los Padres Jesuitas en Guayacanes fue la posada del tercer día. El jueves, día 24, caminando durante 11 horas bajo la lluvia los campesinos fueron acogidos en el Centro de Formación Juventud y Familia (CEFIJUFA) en la entrada a la carretera de Samaná. El último día se salió a las 4 de la madrugada llegando al Palacio Nacional seis horas después justo cuando el Sr. Presidente salía en helicóptero. Se decidió no permanecer frente al Palacio y después de compartir con personas que se acercaban a apoyar la lucha y de atender a los medios de comunicación se visitó a las Misioneras Dominicas del Rosario, que acogieron a los campesinos en 2019 durante dos meses cuando fueron desalojados en la madrugada del 31 de octubre del parquecito frente al Palacio. 

Los cinco días que duró la peregrinación fueron un tiempo de gracia para reforzar la amistad desde una vivencia profunda de la fe. A menudo se cantaba el himno campesino dominicano: “Pájaro que pica caña, no lo quiero en mi colonia, porque me pica la caña y me deja la ponzoña. Cuando yo tenga la tierra, sembraré lo que yo quiera y no pasaré más hambre sin brincar ya más alambre. Es mejor morir luchando por nuestra liberación que vivir siendo testigos de injusticia y opresión. Mataron dos campesinos porque querían trabajar, a Mister Beca en el Seibo, Mama Tingó en Yamasá, a Carlitos en La Culebra, no lo vamos a olvidar. Sembremos yuca y batata, también en remos maíz, nosotros somos la gente que mantenemos el país”. Tanto al inicio como al final del día se elevaba a Dios una acción de gracias por la solidaridad de las casas de acogida. También agradecimiento por el apoyo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en la persona de Mons. Jesús Castro, Misioneras Dominicas del Rosario, Laicos dominicos, Claretianos, Jesuitas, Dominicos, Selvas Amazónicas, Acción Verapaz, Red Latinoamericana de Tierras, Fundación Anacaona, Asociación Studium Pro Aequalitas, Cipros, Radio Seybo, COPE, la Unión Dominicana de Emisoras Católicas (UDECA) y la Asociación Latinoamericana de Educación y Comunicación Popular (ALER). Agradecimiento especial a la Policía Nacional y a la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre. Muchas gracias a los medios de comunicación que se hacían eco cada día del peregrinaje y a quienes dieron su apoyo a través del grupo internacional de WhatsApp “El Seibo camina”.

Cuatro días después, 29 de noviembre, se dio una reunión muy enriquecedora en el Palacio. El Sr. Presidente, Luis Abinader, delegó en el Consultor Jurídico, Sr. Antoliano Peralta, la coordinación del diálogo con la Directiva de la Asociación Mamá Tingó formada por los Sres. Eduardo Peralta, Audilín Ubiera, Francisco Evangelista, Pastor Silvio Molina y acompañados por la Sra. Guadalupe Valdez, Dr. Reyes de Aza, Dr. Obed Fabián y Fr. Miguel Ángel Gullón. Se sumaron a la reunión los representantes del Instituto Agrario Dominicano encabezados por el Jurídico Dr. Arsenio Toribio y el Ing. Omar Gratereaux. Se habló de todas las dificultades por las que ha pasado la Asociación desde los desalojos, apresamientos, torturas, asesinato de un niño, etc. Se recordó cómo el Art. 51 de la Constitución Dominicana pide eliminar gradualmente el latifundio. Se decidieron los siguientes acuerdos y compromisos: 1. Realizar un estudio sobre el status legal de los terrenos de los que fueron desalojados los campesinos de la Asociación Mama Tingó para definir curso a seguir con esas tierras, siendo una posibilidad la de iniciar el proceso de declaración de utilidad pública para que esas tierras se dediquen a la producción de alimentos. 2. Buscar otros terrenos cercanos, en los que puedan asentar a los Campesinos de la Asociación Mamá Tingó. Se acordó trabajar desde ya en los compromisos para que en enero de 2023 estuviera todo resuelto.

Siempre queda la esperanza en volver a la tierra que les vio nacer y en la que quieren morir, desde una actitud orante, confiando y agradeciendo a Dios la fortaleza para seguir proclamando bien alto el mismo grito por la dignidad de Fray Antón de Montesinos en el adviento de 1511.

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