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En el Antiguo Tes­tamento hay persona­jes que son como roca por su cercanía a Yah­vé, como Abraham y Sara: “Prestadme oído, vosotros que anheláis la seguridad, que an­dáis buscando a Yah­vé. Mirad la peña de donde os tallaron, la cantera de donde fuisteis sacados. Reparad en Abrahán vuestro padre, y en Sara, que os dio a luz; pues 

uno solo era cuando le llamé, pero le bendije y le multipliqué” (Isaías 51,1-2).

Pero también es el Dios roca que de la fragilidad forja la for­taleza y así tenemos: La vejez de Sara y Abraham-Nacimiento de Isaías (Gen 21,2), El pueblo Esclavo (Éxodo) y temeroso (Números), Gedeón: Familia pobre y el más pequeño (Juec 6,15), La mujer de Menoaf, madre de Sansón, mu­jer esteril (Juec 13, 8ss), lo mismo Ana madre de Samuel (1 Sam 1), David el más pequeño-Belén lugar pequeño (1Sam 16).

El profeta Jeremías y Las Mujeres del An­tiguo Testamento: rea­lidad de los libros de Rut, Esther y Judit. El Dios roca, realiza su obra en el Antiguo Testamento a partir de la fragilidad de un pueblo y de una  serie de personajes débiles vulnerables y frágiles según la mentalidad de entonces.

En el Nuevo Testa­mento Jesús se define como la Piedra-Roca, aún naciendo en la fra­gilidad (Mt 21,42), se presenta la Iglesia co­mo Roca (Mt 16,18) y la Palabra de Dios como Roca (Mt 7,24; Lc 6,47-49). 

En los escritos Pau­linos se nos dice: Ro­manos 9,33: “como dice la Escritura: Voy a poner en Sión piedra de tropiezo y roca de escándalo; más el que crea en él, no quedará confundido”. Y 1Co­rintios 10,4-12: “y be­bieron la misma bebida espiritual, pues be­bían de la roca espiritual que les seguía; y la roca era Cristo”.

PABLO DEFINE A CRISTO COMO ROCA. En 1Pedro 2,8, se nos dice: “Para vo­sotros, los creyentes, eso es motivo de orgu­llo; pero para los in­crédulos, la piedra que los constructores de­se­charon se ha convertido en piedra angular,  en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella por­que no creen en la pa­labra; para esto han sido destinados”. 

Se sigue la trayectoria del Anti­guo Tes­tamento: de la fragilidad surgen la fortaleza y la seguridad: María, José el Carpintero, los discí­pulos, la gente con la que se va en­contrando Jesús representa a la fragilidad del momento: los ­posesos-los en­fermos. 

Un Ejemplo de fra­gilidad social vital Lu­cas 7,11-17(la viuda de Naín). La multiplicación de los panes: situación de fragilidad y de lo frágil se obra el Milagro (Mt 14,13-21; Mc 6,32-44; Lc 9,10-17 y Jn 6,1-15). Pablo, a quien el Señor llama, se presenta como un hombre frágil. 

Hay que proclamar a Dios, su pala­bra, su palabra he­cha carne: Jesucristo como la fortaleza y seguridad en este mundo frágil, ya que Él es la roca, la peña, la piedra, la solidez que nos ampara y en quien debemos am­pararnos.

Esta reflexión brotó de unas conferencias virtuales a unos amigos y hermanos del Ecuador, quienes se interesaron en el tema, y quisimos compartir con ustedes los lecto­res de Camino, que ella nos ayuden en este septiembre, Mes de la Biblia.