Honor a quien honor merece

A nuestro periodista, Apolinar Ramos, productor y promotor de los Medios Católicos de Comunicación radial, escrita y televisiva en Rep. Dominicana, y soporto autorizado de la comunicación de nuestra Iglesia arquidiocesana de Santiago.

Estimado Polo:

Por primera vez me dirijo a ti para darte las gracias por tu actividad periodística principalmente a través del periódico Semanario Camino, tus Artículos juveniles y culturales en la Revista Amigo del Hogar desde tu juventud, tus Programas religiosos y culturales, transmitidos por Radio, Televisión, Prensa escrita  y Conferencias magistrales. Admiro tu coraje, valentía y dedicación a la Comunicación transparente, sincera e independiente; por eso, siempre mantienes la misma tónica en los editoriales del Semanario Camino: anuncio, valoración y reconocimiento de los positivo en vida eclesial y social de nuestra sociedad y, al mismo tiempo, denuncia de lo negativo y corrosivo que afecta la vida social y real de nuestra gente. Tus editoriales son una verdadera radiografía de la vida de nuestro pueblo y sus instituciones. Felicidades!

Escuchando el Informe de la periodista Alicia Ortega, 29/8/21, sobre los casos desesperados que causan incertidumbre y preocupación en nuestro pueblo, he reflexionado delante de Dios y a la luz de su Palabra, que es Luz para las personas de buena voluntad, sobre los acontecimientos lamentables que ocurren en la República Dominicana, un país democrático, libre, laborioso y amante del progreso, con autoridades competentes para manejar la situación y conducir el país por el camino del bienestar, la concordia y la paz. Y me pregunto: Qué pasa con nuestro país? Qué es lo que daña la vida y las relaciones entre nosotros?   Cuáles son las causas de tantos males y situaciones que nos oprimen y nos sorprenden? Será que no hacemos valer nuestros derechos o no cumplimos con nuestros deberes? Son preguntas que  deberían inquietar nuestro corazón y reorientar nuestros esfuerzos por la edificación de una sociedad más humana, más justa, fraterna y solidaria, apoyados en el Evangelio.

Esta reflexión  me ha llevado a la conclusión de que estamos en una situación de inseguridad permanente, cuyos ejes tienen nombresde fácil identificación. Y parahacer memoria de lo cotidiano, identificamos Once Ejes coyunturales que producen desesperación y angustia:

  • La falta de respeto a Dios y a su Ley de amor.
  • El irrespeto a las Leyes civiles y a la Constitución.  
  • La Violencia con consecuencias nefastas
  • Los crímenes a mano armada: a balazos, por golpes, maltrato físico y torturas.
  • El secuestro de todo tipo de personas (menores, jóvenes y mayores).
  • Las desapariciones de personas (hombres, mujeres, jóvenes, adolescentes y niños) cuya suerte puede  

     presentar tres resultados: como excepción, su aparición física, con vida; desaparecidos sin ninguna señal;  

     el cadáver.   

  • El feminicidio con su secuela de dolor e inseguridad para los hijos en orfandad.  
  • El asalto a mano armada y por extorción.  
  • El robo y el engaño  de amplio expectro.
  • El flagelo de los viajes ilegales y los naufragios, intentando llegar a Puerto Rico.
  • La depredación constante de la Creación, genera males que convierten los ríos en arroyos y los bosques 

     en desierto.

Sigue adelante, amigo Polo, ayudándonos a tomar conciencia de esta cruda realidad, para que pidamos a Dios que tenga compasión de nosotros y nos ayude a superar todos los males que nos aquejan.

Mons. Plinio V. Reynoso, msc

Obispo Auxiliar Emérito de Stgo.

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