Padre Amable Badía
En comunión con la Iglesia universal, la Diócesis de San Francisco de Macorís celebró la clausura del Año Jubilar de la Esperanza, en el marco litúrgico del Día de la Sagrada Familia de Nazaret. La jornada se vivió en dos grandes celebraciones diocesanas: en Nagua–Samaná, en el Santuario Nuestra Señora de la Altagracia, y en la provincia Duarte, en la Catedral Santa Ana.
En su homilía, Mons. Ramón Alfredo de la Cruz Baldera, destacó que la familia es un lugar privilegiado de esperanza en medio de la comunidad, porque en ella se viven los valores de la Sagrada Familia de Nazaret: el amor fiel, el cuidado de los hijos —especialmente de aquellos que enfrentan dificultades de salud— y la entrega silenciosa que sostiene la vida. Por ello, afirmó que la familia está llamada a ser testigo de esperanza en la sociedad.
Monseñor Alfredo de la Cruz exhortó a las familias a cultivar la misericordia, la bondad, la humildad, la dulzura y la comprensión, de manera especial entre los esposos, como camino concreto para construir la paz en el hogar y en la comunidad.
La misa fue celebrada el pasado domingo 28 de diciembre de 2025.
